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Grandes y pequeños, ataviados con trajes medievales, inundaron las calles de esta pedanía lacianiega que, durante un día, regresó a la Edad Media. Juegos infantiles,recorridos guiados por el patrimonio histórico de Caboalles (el molino, el lavadero, la iglesia vieja, la capilla del Cristo…) o el propio mercado medieval, con puestos distribuidos por la pedanía, centraron la atención de los lacianiegos que conmemoraron la libertad de su Valle.
Pero el acto central de la fiesta, fue, sin duda, la representación de la Carta Puebla a la que dio paso el desfile de pendones y estandartes de diferentes localidades. Caboalles de Abajo, Caboalles de Arriba, Robles de Laciana, y las poblaciones vecinas de Cerredo, Torre de Babia, Sena de Luna y Rabanal de Luna desfilaron con sus pendones mientras que Villager de Laciana y Orallo exhibieron sus estandartes.
En este desfile también estuvieron presentes todas las pedanías de la comarca, representadas por los niños y niñas de cada una de ellas.
La puesta en escena de la Carta Puebla, llevada a cabo por la asociación Carta Puebla de Laciana, se llevó a cabo, al aire libre, en diferentes puntos de Caboalles.
“Por un lado teníamos al pueblo y su concejo, por otro al Rey Alfonso X El Sabio tomando sus primeros contactos con los escribanos, también el juicio en el que se otorgó el fuero y los privilegios a la comarca y la alegría final de un pueblo que es capaz de festejar la libertad conseguida”, tal y como explicó Pilar Alonso, profesora en el Instituto Obispo Argüelles de Villablino y encargada de poner voz a la narración de la Carta Puebla.
Según, Pilar Alonso, “era importante poner en antecedentes al público y remontarnos a 1270, año en el que el Rey concede ese fuero y esos privilegios a la comarca Laciana; un hecho que fue posible gracias a la unión de todo un Valle que decidió luchar por conseguir librarse del noble, que tenía sobrecargados de impuestos a los vecinos de esta comarca”.
La escenificación de la Carta Puebla concluyó con la imposición de las grichandanas (flor emblemática de la comarca) doradas, unas medallas hechas en acero, que se otorgaron a diferentes hosteleros, industriales, y autoridades del municipio.
Los organizadores del acto, promovido por la asociación iniciativas culturales de Caboalles (INCULCA) junto con la Comisión de Fiestas de la misma localidad, se han mostrado “agradecidos con la comarca por la acogida que tuvo este día de fiesta que une cultura y ocio”.
“Estamos satisfechos porque no esperábamos esta acogida, teníamos nuestras expectativas pero eran más humildes. Pretendemos que este acto se consolide así que el próximo año repetiremos”, tal y como avanzó, María José Correira, parte activa de la organización del evento.
Por su parte, la alcaldesa pedanea de Caboalles de Abajo, María Teresa Martínez, calificó la organización del acto de “matrícula de honor. La fiesta ha sido un gran éxito”.
El colofón de la fiesta fue la cena medieval, en la que centenares de personas compartieron mesa y mantel para disfrutar de un menú basado en patatas guisadas con cordero, codillo asado con patatas, arroz con leche y café de puchero. Un fin de fiesta que se alargó hasta la madrugada de la mano del grupo de música folk “Aira da pedra”.
