La ruta románica, cuya creación aprobó el viernes el pleno villafranquino a instancias de UPL, comenzaría en la iglesia de San Esteban de Corullón, donde se palpa el románico en estado puro; “cuando alzas la mirada, descubres los canecillos (…) y la belleza intacta de los siglos”, explica en su propuesta Santiago Castelao, portavoz de la UPL en Villafranca del Bierzo.
Continuaría con la iglesia de San Miguel de Corullón, originaria de la primera mitad del siglo XII, y, siguiendo el curso contrario a las aguas del río Burbia antes de entrar en Villafranca, con la de San Juan de San Fiz, de la segunda mitad del siglo XII.
A los pies de la ruta Jacobea, el trazado románico finalizaría en Villafranca del Bierzo. Allí, desde San Juan de Fiz, se encontraría con la iglesia de Santiago, uno de los mejores ejemplos del románico en la provincia. Sus orígenes se remontan al año 1186, cuando el papa Urbano III dio licencia al obispo de Astorga para levantar una iglesia nueva cerca de Villafranca. Un siglo después, el templo se dedicaría a Santiago. Desde el punto de vista escultórico, lo más destacado es la puerta del Perdón. Otro de los edificios singulares de Villafranca es la iglesia de San Francisco, que conserva su portada románica de medio punto con tres arquivoltas y chambrana. En el interior de la misma son también románicos los arcos que dan acceso a la capilla de ‘La Venerable Orden Tercera’.
La propuesta será además trasladada, para su defensa, por el procurador de UPL, Luis Mariano Santos Reyero, a las Cortes de Castilla y León.. Con ello se pretende no sólo el reconocimiento por la institución autonómica sino también obtener la financiación necesaria para poner en marcha y publicitar esta Ruta del Románico en el Valle del Burbia.
Rechazada la moción para el regreso de los bustos relicarios
Por el contrario, el pleno rechazó otra moción de UPL para reclamar el regreso de de los bustos relicarios que se encontraban ubicados en la Colegiata de Villafranca del Bierzo y que en 1962 “fueron trasladados con nocturnidad y alevosía al museo de los Caminos de Astorga”, según el concejal leonesista, Santiago Castelao.
El portavoz de la UPL en Villafranca destaca el valor de estas pieza y explica que el motivo por que estas reliquias llegaron a España fue con la coronación de Carlos V en 1520. “A los pocos días de la coronación el emperador llegó a Colonia acompañado de una representación de la nobleza española, entre cuyos nobles se encontraba D. Pedro de Toledo, Marqués de Villafranca y su hijo Fadrique de Toledo y Osorio, a los que posiblemente obsequiaron con estos bustos”, explica.
Así, cuenta que posteriormente los marqueses regalarían a Villafranca del Bierzo estos dos bustos-relicarios y se custodiaban en la Colegiata, hasta que el anterior párroco “los sacó de hurtadillas para llevarlos al museo de los Caminos de Astorga”.
El Museo de los Caminos está ubicado en el Palacio Episcopal de Astorga y fue creado en el año 1962 por el obispo Mérida Pérez “para recoger en él las piezas que, bien por abandono de las iglesias de la Diócesis, bien por su mejor conservación, necesitaban de un espacio apropiado para su almacenaje”.