Perdido el testimonio del investigado por acosar e inducir al suicidio a la ponferradina Sara Calleja

La grabación realizada durante la declaración prestada por videoconferencia por el presunto acosador de mujer, que se tiró por una ventana en Ibiza en julio de 2015, no se puede reproducir

Una “incidencia técnica” cuyo origen se desconoce sería la culpable de que el testimonio de Christian C., que compareció desde Bruselas, no se pueda escuchar a pesar de que sí es posible ver las imágenes. La Fiscalía mantiene que lo sucedido no supondrá ningún problema jurídico, y considera que la declaración “es totalmente válida”, al haberse realizado con “con todas la garantías” y “cumpliéndose los requisitos establecidos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal”, en declaraciones al Diario de Ibiza. Fuentes judiciales explican que si en la declaración no hubiera estado presente alguna de las partes, quizás podría pedirse la impugnación, aunque no es el caso. Sin embargo, el abogado de Christian C. ha pedido el sobreseimiento y archivo del procedimiento por “presunta violación de su derecho fundamental a la tutela judicial efectiva”.

Christian C. declaró el 25 de mayo en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Ibiza por videoconferencia desde Bruselas en la causa abierta contra él por presuntos delitos continuados de quebrantamiento de condena, amenazas y maltrato psicológico y otro de inducción al suicido.

Según relataron entonces fuentes del Ministerio Fiscal, el investigado negó todas las acusaciones. Sostuvo que tras salir de prisión en 2014, donde había cumplido condena por un delito de amenazas en el ámbito familiar, no volvió a contactar con Sara. «Ha dicho que antes sí le envió mensajes, por eso le condenaron; pero que ni estando en la cárcel ni después le envió paquetes, la llamó o le envió mensajes», comentaron.

A la declaración asistieron, en Ibiza, el magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, Juan Carlos Torres; la letrada de la administración de Justicia, la Fiscalía, los abogados de la acusación particular y del investigado y un traductor. En la sala en Bruselas se encontraban Christian C., un abogado, un traductor y un miembro de la Fiscalía.

Esta comparecencia fue la última en relación al caso. Antes habían testificado los hijos de Sara, el policía que llevaba el caso y el psiquiatra y la psicóloga que la atendían. Estos últimos señalaron que la mujer “sufría una depresión mayor y no veía salida”. Su hija, por su parte, señaló que “tenía miedo de que le hiciera daño, de que nos lo hiciera a nosotros”.