El 14 de febrero es conocido en todo el mundo por ser una fecha en la que se celebra el amor. El amor en pareja, el amor entre amigos, el amor en todas sus formas. Aquellos que están enamorados festejan este día con la persona que aman: una carta, un ramo de rosas, una cita romántica… o simplemente viendo una película sentados juntos en el sofá. Son muchas y muy variadas las maneras en las que las parejas pueden celebrar su amor, porque a veces no hace falta hacer nada en particular, simplemente basta con estar al lado de tu persona especial.
Pero fuera de cómo cada persona celebra este reseñable Día de San Valentín o Día de los enamorados, ¿alguna vez has parado a preguntarte por qué el día del amor tiene lugar el 14 de febrero, día en honor al santo Valentín? La verdad es que las teorías sobre por qué este día en concreto son diversas, y ninguna de ellas se presenta como totalmente cierta o única. Pero la que más se repite, sin duda, es la leyenda que os contamos a continuación.
La historia se remonta a la antigua Roma, concretamente en el siglo III, cuando la religión cristiana comenzaba a extenderse. Por allá entonces gobernaba en el Imperio Claudio II, quien preocupado por conseguir un poderoso ejército, prohibió la celebración del matrimonio entre jóvenes, ya que creía que esto distraía a los hombres de ejercer bien su función como soldados. Al no estar de acuerdo con esta ley, un joven sacerdote de nombre Valentín, desafió la prohibición del emperador y comenzó a casar a parejas en secreto. Además, consiguió que muchos jóvenes se convirtieran al cristianismo y ayudó como pudo a aquellos que estaban presos antes de recibir su castigo.
Valentín fue descubierto y arrestado. Retenido en una mazmorra, el 14 de febrero del año 269 fue sentenciado a muerte. Siglos más tarde, entre los años 494 y 498, el Papa Gelasio I declaró este día como el Día de San Valentín. Su tumba, en la vía Flaminia, a las afueras de Roma (hoy la Porta del Popolo), se convirtió en un lugar de peregrinaje durante la Edad Media.