El alicantino Alberto Marce logró completar su reto personal de viajar desde Sevilla hasta Santiago de Compostela a bordo de la bicicleta de su infancia, una Derbi Rabasa Panther modificada convenientemente para el uso de un adulto y su equipaje. Aunque la idea inicial era hacer el viaje en cinco días, Alberto no pudo resistirse a las tentaciones de la ruta y lo alargó en algunos puntos: "Me vi tentado a subir el puerto de Béjar íntegro y continuar por Guijuelo hasta Salamanca, y en Moreruela (Zamora) era imprescindible desviarse para visitar el monasterio".
Entre las muchas anécdotas que guarda de un viaje de este calado, en el que recorrió la Vía de la Plata hasta Astorga para luego continuar por el Camino Francés hacia Santiago, el Bierzo tiene un hueco especial: "No es la primera vez que me siento como en mi casa. Atentos, afables, considerados y receptivos siempre con el viajero. Transitar por la comarca es un placer para los sentidos. Vino elaborado en Cacabelos en mi alforja y festín gastronómico en Villafranca", resume Alberto.
La llegada a Santiago de Compostela "fue muy excitante y, en buena lógica, agotador, pero muy enriquecedor". No en vano, para cumplir con el plan establecido usando una bicicleta tan pequeña (las ruedas tienen 20 pulgadas por las 29 que suelen tener las actuales), Alberto pasaba entre 12 y 15 horas pedaleando, según la dificultad de la etapa.
En cualquier caso, este alicantino amante de la bicicleta no se cansa y, una vez de vuelta en su casa de Málaga, ya se plantea nuevos viajes y retos para el futuro.