Antonio Doménech, el hombre que intentó evitar el accidente de Torre del Bierzo

El jefe de la estación de Torre, alertado desde la de Albares, por donde el correo-expreso había pasado de largo, sin frenos, bloqueó la vía con traviesas para hacerlo descarrilar, pero fue imposible
Antonio Doménech, sentado, con un compañero de profesión. / Foto cedida por la familia Doménech

Antonio Doménech Chaler era el jefe de la estación de Torre del Bierzo aquel fatídico tres de enero de 1944, cuando tuvo lugar el accidente ferroviario más grave de la historia de España. Doménech, nacido en Vinarós (Castellón), había sido factor de la estación de Benicàssim, pero tras la guerra civil fue ‘depurado’ por su pertenencia al sindicato ferroviario, iniciando un periplo que acabó con su traslado a Torre del Bierzo.

Según el testimonio de su nieto, Joan Manuel Asensi Doménech, el accidente ha estado muy presente en su familia, a pesar de que su abuelo no tuvo ninguna implicación en el mismo e  hizo todo lo posible para parar el correo-expreso nº 421 a su paso por la estación de Torre, antes de entrar en el túnel número 20. Allí el tren colisionó con una locomotora de maniobras, dando lugar a un pavoroso incendio. Minutos después, el carbonero 7442 que venía de Bembibre con 27 vagones chocaba con la locomotora, atravesada en la vía.

“Le avisaron por teléfono -de manivela- de la estación anterior (Albares) donde el tren, sin frenos, no había podido parar”, explica. Con un margen muy escaso, el jefe de la estación alertó a su personal y rápidamente bloquearon la vía con traviesas, con calzas, para hacer descarrillar al tren e impedir el choque en el túnel, donde sabían que se iba a encontrar con la locomotora. Pero la velocidad con la que el tren había descendido el puerto del Manzanal desde Brañuelas lo había convertido en una bala. Así, el correo-expreso pasó de largo la estación haciendo saltar las traviesas y entró en el túnel. Ya no se pudo hacer otra cosa más que rescatar a las víctimas y atenderlas hasta la llegada de los sanitarios, un duro trabajo en el que se volcaron los ferroviarios -cuya labor fue reconocida con posterioridad- y el pueblo de Torre, poniendo en marcha un improvisado hospital de campaña.

Intrigado por el trágico suceso, especialmente por la falta de información sobre el número de víctimas, Joan Manuel pidió a Renfe hace unos años el expediente de su abuelo, que murió cuando él era un niño. “Lo que he sabido del accidente ha sido a través de mi madre, que a su vez lo sabe por su padre, que además se lo contó muchos años después. Ella era pequeña cuando sucedió”, señala. Pero la censura del régimen franquista llegó hasta la historia laboral del jefe de la estación. “Ni una palabra de su paso por Torre del Bierzo”, afirma su nieto. Algún tiempo después del accidente, Antonio Doménech fue trasladado, también como jefe de estación, a Almassora, en Castellón, su tierra natal, donde se jubiló.