Al presidente de la Asociación Astronómica del Bierzo (ASASBI), Antonio Galeote, le gustaría ver en directo la explosión de una supernova, pero “dado que suele haber una cada unos 500 años” se conforma, y de qué manera, con poder presenciar la cadena de eclipses de Sol visibles desde España que comienzan este sábado y se extenderán, a razón de uno por año, hasta 2028: “Para un astrónomo, un eclipse es de los fenómenos más significativos y más importantes”, asegura. “Antiguamente se creía que eran un aviso de los dioses e incluso Cristóbal Colón salvó el pellejo gracias a un eclipse, pero ahora que sabemos cómo funcionan, son una fiesta”.
El de este sábado, señala, “será ‘parcialito’ y desde España se va a ver sólo un poquitín, pero el año que viene tenemos uno que se puede denominar como histórico, porque va a ser total y la zona de máxima ocultación va a pasar por el Bierzo. El noroeste de España va a ser la mejor zona del mundo para verlo”.
Aunque este primer eclipse sea un aperitivo de lo que va a venir, desde la Asociación no faltarán a su cita divulgativa y tienen previsto emitirlo en directo a través de su página web y sus redes sociales gracias a la colaboración de uno de sus socios desde el Observatorio de Trevinca, ya que estos fenómenos siguen atrayendo la atención de la gente, aficionada o no a la astronomía: “Al final, el ser humano siente veneración por el Sol y la Luna, estamos hechos del mismo polvo de estrellas y sentimos que formamos parte de ellos. Gracias al Sol podemos vivir y existir, y la Luna tiene ese toque mágico y romántico. Vemos moverse a esos astros y vemos cómo el Sol, tan brillante, se oscurece. Cuando oímos la palabra ‘eclipse’ asociamos rápidamente Sol, Tierra y Luna, hay una agrupación que a cualquier persona le atrae.”, asegura Galeote.
Un eclipse de Sol histórico en 2026
Tras este eclipse, desde España se podrán ver otros tres en tres años: dos totales en 2026 y 2027 y uno anular en 2028, una concatenación poco habitual pero “normal” en términos astronómicos, tal y como comenta Antonio Galeote: “Existen épocas en las que se da abundancia de eclipses de Sol y otras en los que están más espaciados. Los de Luna sí son casi periódicos, pero los de Sol no tanto, y uno como el del año que viene es extraordinario”, insiste, cruzando los dedos para que el 12 de agosto de 2026 el cielo no esté nublado en el Bierzo.
Y no es para menos. Desde la Federación de Asociaciones Astronómicas de España ya llevan meses trabajando para organizar el evento a nivel nacional e incluso asociaciones pequeñas como la berciana ya están en el punto de mira de los ‘cazadores de eclipses’: “Ya nos han llegado correos de agencias de viajes buscando gente que oferte ver el eclipse, pero nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro que lo que buscamos es divulgar y no vamos a dejar a nadie fuera por atender a un grupo, por mucho dinero que traigan”.
De hecho, aunque todavía falta casi un año y medio para ese eclipse, desde la Asociación Berciana de Astronomía ya están moviendo las cosas para organizar una observación masiva en Ponferrada. “Ojalá vengan miles de personas porque hay mucha expectación, esto mueve mucha gente”.
ASASBI, pequeña pero activa
La Asociación Astronómica del Bierzo nació en 2009 en el Campus de Ponferrada, coincidiendo con la celebración del Año Internacional de la Astronomía y gracias al empeño del vicerrector de entonces, que organizó charlas y exposiciones donde los aficionados bercianos se fueron conociendo y, finalmente, decidieron fundar la asociación, que mantiene su sede en el propio Campus.
“Aquí sólo teníamos la asociación de León”, recuerda Galeote, “y al final son 100 kilómetros, tienes que ir de noche… No se hizo por competir con la de León, ni mucho menos, sino por necesidad”. En estos casi 16 años, ASASBI ha crecido hasta los 25 socios, con el subdirector del planetario de Madrid, Telmo Fernández, y el astrónomo y divulgador Pedro Arranz como socios de honor.
A pesar de su pequeño tamaño, su trabajo es espectacular, con convenios con la Universidad de León y Ciuden para llevar a cabo su labor divulgativa con observaciones, charlas y talleres de astronomía, estos últimos especialmente dedicados a los más pequeños “porque hay que crear cantera y porque a los niños les encanta”.
Además, cuentan con un calendario de actividades fijas que incluye las Noches de Cornatel, donde invitan a observar constelaciones y planetas desde el mismísimo Castillo de Cornatel en una experiencia única en España, o la Fiesta de las Perseidas en Corullón, que ha llegado a reunir a más de 500 personas para ver las estrellas fugaces en agosto. A ellas se unen las observaciones del Sol desde Ponferrada gracias al telescopio solar con el que cuenta la asociación.
Antonio Galeote invita a todos los aficionados y curiosos de la astronomía a acercarse a estas actividades sin miedo ni vergüenza: “La mayoría cuando empezamos no sabíamos nada, pero aquí estamos para enseñar. Luego tienes que dedicarle tiempo, sobre todo por las noches, que es como se aprende de verdad, pero hacemos formación y talleres para socios nuevos, todo son facilidades”. Incluso, a la hora de equiparse para observar el cielo: “La asociación tiene la ventaja de que, aunque no tengas nada, puedes hacer astronomía porque tenemos mucho equipo. Luego, si quieres comprarte tu propio equipo también te vamos a asesorar”.
Un cielo por descubrir
La misma pasión que Antonio Galeote pone a la hora de hablar de eclipses, supernovas y planetas la pone también para reivindicar más promoción y divulgación de la astronomía tanto en el Bierzo como en toda la provincia de León: “Esta es una de las tres mejores provincias de España para astronomía. Da igual que vayas al Bierzo, a Cabrera, a Ancares, a Picos de Europa, a Babia, a Omaña… En todas partes hay cielos impresionantes, pero ni una iniciativa”, lamenta.
Al poner el ejemplo del municipio de Truchas, que ha obtenido el distintivo de Destino Turístico Starlight, el presidente de ASASBI matiza: “Esa es una certificación potente, del Instituto de Astrofísica de Canarias, pero no deja de ser un negocio, porque solicitarlo y que te lo den andará por los 40.000 euros” y recuerda que aunque “la certificación Starlight te da visibilidad y promoción, no es imprescindible para que puedas explotar una zona astronómicamente”, dejando la puerta abierta a otras iniciativas que atraigan turismo estelar.