Antracita, mencía del carbón

Ya está firmado. No hay vuelta atrás. Se ha certificado la muerte de la última mina de interior del grupo Alonso en Castilla y León. El pozo Salgueiro, de Torre de Bierzo, es historia. Cayó, pocos meses después de que el grupo Santa Cruz en Páramo del Sil, corriera la misma suerte. Salgueiro se convertirá en emblema de un maldito recuerdo, que sumió a nuestro carbón, en el olvido. Las encendidas reivindicaciones con encierros en las gargantas de antracita del Bierzo y Laciana, quedarán en la retina de quienes un tiempo vivieron por y para el carbón. Las protestas mineras, de picadores, ayudantes, barrenistas, sus familias y pueblos enteros de las cuencas se convertirán en un espectro vagando por galerías de pozos cerrados y vagonetas oxidadas. Los concursos de entibadores mineros en plazas de pueblos prósperos, quedarán en el catálogo de los viejos oficios. ¿Qué fue del carbón? preguntarán las nuevas generaciones. Entre todos se olvidaron de él. Cuando los escolares estudien, las clases de mineral: antracita, hulla, lignito y turba, no sabrán que aquí en el Bierzo y Laciana, todos los gobiernos dieron la espalda a los yacimientos con el carbón de mayor calidad, la antracita. La antracita, la mencía del carbón. Entre sus cualidades está el alto contenido en carbono, los escasos componentes volátiles, su gran poder calorífico y según los expertos, unas emisiones bastante reducidas. Yo creo que es un argumento suficiente para tener en cuenta. Además leo con agrado en páginas económicas, un ejemplo que me parece lo bastante elocuente, 15 de cada 100 bombillas que se encienden en España lo hacen gracias a este combustible. ¿Es para estar con el carbón ó no?. Son razones de peso. Razones económicas.

El carbón le viene bien a la economía del país, pero el país está ciego. Sin carbón desaparecerán pueblos y actividades económicas imprescindibles en territorios como el nuestro, llenos de polígonos industriales vacíos, y sin alternativa de desarrollo. El carbón no puede desaparecer. Tiene argumentos, no vive por capricho. El carbón no merece el olvido, porque quien haya vivido del carbón y se olvide de él, se quedará sin memoria, una memoria que habla de lo que el Bierzo fue y pudo haber sido. ¿Será tan difícil de entender?.

Empieza un nuevo año, 2013 y la vagoneta del carbón se está quedando sin raíles para continuar por las galerías de las explotaciones. Es imprescindible encontrar una hoja de ruta que haga sostenible la extracción y quema del carbón, tocando todos los palos: recortando, que no decimos que no haya que hacerlo, pero en su justa medida. Investigando en sistemas que eviten las emisiones contaminantes, y poner al mineral, en el lugar que le corresponde: un puesto destacado en el mix energético. “Salguiero”, oígo tu lamento en Torre del Bierzo, pero también en Fabero, Bembibre, Matarrosa, Toreno, Páramo del Sil, Igüeña, Tremor, Villablino, Berlanga, Vega de Espinareda, Palacios del Sil… pueblos y municipios que se retuercen con esta tortura del cierre de minas a cuentagotas, gritando de desesperanza, como muñeco al que hacen budú. Año, 2013 enciende la lámpara de tu casco nuevo, y alumbra el camino del nuevo plan del carbón. Es justo y necesario.