Hace casi un mes y medio que el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, anunció en Ponferrada la reactivación de Ciuden, si bien reconoció que las líneas que seguirá la misma dependerán de un plan estratégico que se definirá desde la dirección y el comité asesor. ¿Está constituido el comité asesor? ¿En qué punto se halla la redacción del plan?
El comité no está todavía constituido de manera oficial. Además de las dos personas cuyos nombres se han dado a conocer, José Ángel Azuara y Ángela Marqués, se integrarán en el mismo agentes sociales del ámbito político, económico, social y territorial. El comité tendrá más significado cuanto más acuerdo haya entre todas las partes que puedan intervenir en las actividades de la fundación. El plan estratégico lleva tiempo, además de con los trabajadores -con los que ya me he reunido- y con el comité estratégico, hay que tener una serie de contactos con profesionales del ámbito privado, que quieren participar en esta reactivación, quieren saber cuál es nuestra idea y exponernos la suya. Espero que podamos tener el plan listo en primavera.
La Junta de Castilla y León viene mostrando un gran interés en Ciuden desde hace algún tiempo, lo cual no de deja de ser paradójico teniendo en cuenta que fue un ministro del PP, José Manuel Soria, el que dejó la fundación bajo mínimos. Independientemente, ¿se prevé colaborar con esta administración?
Si hay una cosa que yo tenga clara es que esto funcionará si conseguimos que la Junta de Castilla y León se sienta como una parte importante, no voy a decir en la toma de decisiones, pero sí en el desarrollo de este proyecto. Es cierto y es paradójico que cuando había una sintonía política entre quien dirigía el estado y la comunidad no se tomaron las decisiones para conseguir un desarrollo adecuado de Ciuden… pero nunca es tarde. Quiero pensar que ahora se han dado cuenta de que esto puede tener un interés, que no es una fundación ligada a un partido sino a un desarrollo territorial y a un modelo tecnológico. Mi disposición es la de reunirme cuantas veces sea necesario con los representantes de la Junta que tengan algo que decir. Que vivamos de espaldas sería malo tanto para nosotros como para ellos, pero sobre todo sería malo para el territorio y quienes lo habitan.
El interés de la Junta es tal que incluso ha presentado una propuesta de actividad para Ciuden, realizada por el centro tecnológico Cartif. ¿Qué opina de la misma?
Es una propuesta interesante… pero no deja de ser una opa hostil… parece que nos dicen “tienes una casa muy bonita, pero porque no me la dejas a mí y yo ya la manejo”. En cualquier caso, esa propuesta está ahí, ójala podamos hablar sobre la misma para hacer esa “casa” entre todos, que no obstante debemos recordar que es de Ciuden y que está bien que la Junta quiera usarla, pero sin abusar.
Tal vez ese interés se deba al importante papel que tendrán las comunidades autónomas en el ‘Acuerdo Marco para la transición de la minería del carbón y desarrollo sostenible de las comarcas mineras 2019-2027’. En ese documento, de Ciuden tan solo se dice que está destinada a jugar un papel determinante cómo agente de desarrollo territorial y que de acuerdo con el IDAE “se iniciará un proceso de análisis y evaluación de las potenciales aplicaciones de la planta de oxi-combustión, así como de las demás actividades de la fundación, con objeto de ponerlas al servicio del proceso de transición energética justa”. ¿Podría definirnos un poco más este objetivo?
A mí también me cuesta entender ese párrafo -sonríe- pero entiendo que es una forma de hablar, de decir que estamos definiendo nuestro proyecto. Quien tiene que actuar sobre las comarcas mineras, afectadas por esa transición, son las comunidades autonómas, pues son las que tienen las competencias. La Junta va a gestionar unos fondos destinados a conseguir ese contrato de transición; se plantea la transición justa como un compromiso formal y firmado por todos los que tienen que intervenir en ella. El papel de Ciuden es el de un centro tecnológico, inicialmente una fundación ideada para la captura de CO2, con competencias también en desarrollo territorial, y con un museo. ¿Qué podemos aportar? Conocimiento. Ni los gestores del territorio ni la empresas que se verán abocadas a hacer las actuaciones en el campo de la restauración tienen ese conocimiento. Por ejemplo, desde mi óptica, las experiencias en la restauración de escombreras realizadas por empresas nacionales no han sido exitosas. Nosotros podemos contribuir a que ahora lo sean, asesorando sobre cómo se deben hacer las cosas bien. Además, en las provincias afectadas por la industria minera han llegado fondos importantes que no sé si han sido bien empleados. Necesitamos buscar un buen desarrollo del territorio para sus habitantes, no postales. Mirar a largo plazo.
Hablando de restauración de escombreras, ¿cuál va a ser el papel de ‘Ciuden Vivero’ en este tipo de actividad?
‘Ciuden Vivero’ va a seguir su labor fundamental, pero no única, de formar personas en materia de restauración medioambiental, en ningún caso tiene capacidad para intervenir directamente. Sí puede servir de asesoría y aportar trabajadores de la zona formados, dar emplebilidad. Desde que abrió sus puertas ha formado a 400 personas. Y también puede aportar planta de calidad, planta autóctona. Se han cometido muchos errores en Europa y España con plantas no autóctonas. Ciuden Vivero está en disposición de generar miles de plantas autóctonas, adaptadas al territorio. Y no solo para las comarcas mineras, sino para otros lugares, como los parques nacionales.
El Secretario de Estado de Energía también señaló en Ponferrada que el hilo conductor de la actividad tecnológica, al tiempo que un factor clave para el objetivo de desarrollo territorial, serán las actividades relacionadas con las energías renovables (algo que ya realizaba Ciuden en sus primeros años de funcionamiento). Para ello se trabajará con el IDAE. ¿Podemos hablar ya de algún proyecto concreto?
Me he reunido ya con Joan Herrera, pero ha sido una toma de contacto. En breve nos volveremos a reunir para perfilar esas acciones de actividad energética. Las nuevas formas de producir energía eléctrica necesitan que transitemos por caminos diferentes de los utilizado hasta ahora. A mí me concita gran interés volver a dotar de contenido la ‘pata’ tecnológica de Ciuden. Poder reutilizar las dos instalaciones extraordinarias que tenemos aquí y que no hay en otras partes del país, dos calderas de 30 y 20 megavatios que superan con mucho el nivel de experimentación de otros territorios (la planta de Asturias tiene 1,7 megavatios).
¿Cabría entonces seguir investigando en materia de CO2? Y en cualquier caso, ¿las calderas se podrían adaptar a otros usos?
Se podrá seguir investigando en materia de CO2 y las calderas se podrán adaptar. Hay que modificar un poco la estructura, pero el presupuesto ni se acercaría al dinero que costaron en su día. Además de colaborar con la Junta, podemos, debemos, retomar el trabajo con otros países europeos con proyectos similares a los nuestros en investigación de CO2: Holanda, Bélgica, Noruega, etc, así como con empresas nacionales e internacionales, que están viendo que aquí tenemos capacidad técnica y tecnológica; solo falta la decisión de transitar por ahí.
Lo cierto es que el CO2 tiene muchas aplicaciones: usos agrícolas, alimentarios…
Así es. Nuestras instalaciones pueden, por ejemplo, recoger gases de combustión, incluido el CO2, y reordenarlos para que tengan interés de mercado. El gas de CO2 tiene un precio de mercado interesante y diversos usos.
¿Se mantendrá el proyecto Pisco, la planta de investigación en suelos con CO2?
Sí. Tiene un carga tecnológica muy importante. Estamos sometidos a una ‘espada de Damocles’ que es el cambio climático. Si no intervenimos llegaremos a un punto de no retorno. Con el proyecto Pisco tenemos la capacidad de saber qué le sucede a las bacterías, hongos, plantas e invertebrados al estar sometidos a diferentes cantidades de CO2, podemos investigar con datos.
Con relación a la investigación, ¿se retomará la colaboración con la ULE y la Uned?
Se ha retomado ya. Yo estuve en su día participando como profesor de la ULE en varios proyectos con Ciuden. La falta de acción ha llevado al desconocimiento de lo que hay aquí, aunque algunos grupos de investigación siguen interesados en estas instalaciones y en posibles proyectos.Yo mismo he invitado a profesores de estas universidades y de otras a que vengan y nos conozcan. Este país tiene que darse cuenta que la investigación es buena para todos, genera conocimiento, genera economía, genera empleo.
En su momento se habló de los laboratorios como un lugar muy interesante para los investigadores.
Yo lo tengo claro. Podemos ofrecer a las universidades nuestras instalaciones, que venga gente joven a dar aquí sus primeros pasos, a formar equipos, es algo que como profesor me interesa mucho.
La planta almacenamiento de CO2 de Hontomín (Burgos) termina su primera fase experimental. ¿Se pasará a una segunda fase a mayor escala?
Si se pasa de un proyecto de experimentación a uno industrial habría que decidirlo en breve. Aquí nos encontramos con que meter CO2 en el subsuelo es algo socialmente complicado. Pero también, hablando con los responsables de los proyectos de Hontomín, renunciar a seguir investigando… Estamos decidiendo qué hacer, recibimos correos de muchos lugares de Europa interesados en nuestro centro de almacenamiento (solo hay una iniciativa similar en Noruega), en el que se ha invertido mucho dinero. Vamos a ver si podemos seguir investigando a una escala mayor, sin llegar a la industrial, a mí me gustaría.
Otro proyecto sobre el que supongo que haya que tomar una decisión es el de la ‘Mirada circular’, esa ruta de 330 kilómetros alrededor del Bierzo, que en su día se puso en marcha con el Consejo Comarcal y la ULE.
Otro ejemplo de un buen proyecto que nació ligado a Ciuden y que se dejó morir. Se crearon unas webs, unos dominios cuyo coste era mínimo pero se dejaron de pagar, se perdieron. De la Mirada Circular me gusta todo lo que significa para el territorio, que el Bierzo sea algo más que Ponferrada, que las Médulas, siendo importantísimas ambas. Me gustaría recuperar este proyecto, y poder contar con la Junta para ello.
¿No será un problema que el dominio de la Mirada Circular haya sido adquirido por una empresa privada?
Voy a reunirme con esa empresa, a ver que van a hacer ellos, a ver que podemos hacer nosotros. Ciuden está interesado en facilitar el desarrollo territorial de varias maneras, también apoyando proyectos de las empresas de la zona. Siempre he dicho que no soy partidario de grandes proyectos, prefiero muchos proyectos pequeños. En la Mirada Circular puede entrar la iniciativa privada, en el Bierzo tenemos que movernos, nos hemos acostumbrado a vivir del carbón y de las térmicas y esto se ha acabado.
Nos queda hablar del Museo de la Energía, de esa primera sede llamada ene.Térmica, rebautizada ‘La Fábrica de la Luz’, y del edificio de la central de Compostilla I, llamada a convertirse ene.Central pero que nunca se culminó. Lo primero, ¿se va a mantener ese nombre de ‘La Fábrica de la Luz’?
Pues no lo sé, igual hay que mantenerlo por motivos publicitarios, de marca, hay que verlo. En cuanto a Compostilla I, ya hemos tenido conversaciones con el Ministerio y preacuerdos con Endesa y el Muncyt (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología) para que nos cedan piezas que el Muncyt por ejemplo no puede exhibir por falta de espacio, al menos para dos salas grandes, por el momento. En la planta baja se mantendrán los helechos que recrean las condiciones de un bosque del Carbonífero.
¿Y tendremos un Museo de la Energía nacional e independiente? La anterior dirección trabajó para que fuera una sede más del Muncyt.
No tengo muy claro que el Muncyt haya querido alguna vez el Museo de la Energía. Nosotros trrabajamos ya para que el Museo sea lo que se planeó en su día (sin la sede del Bosque Carbonífero, esa gran instalación que por desgracia hoy en día es inasumible). Y no renunciamos a que sea un museo nacional, puede serlo.
En cuanto a las oficinas de Compostilla I, usted ha comentado que prevé volver a utilizarlas y trasladar la actividad de Ciuden a ellas. ¿Cuándo veremos a Ciuden de nuevo en Ponferrada?
Yo estoy muy a gusto en Cubillos del Sil, pero las cosas son las que son. Para Ciuden es importante que sus oficinas estén en Ponferrada y al revés. El centro de Cubillos es una instalación tecnológica, y así se mantendrá, potenciándolo. Con la salidad de las oficinas habrá más espacio para la investigación.
Las oficinas de Compostilla están deterioradas tras su abandono pero con una pequeña rehabilitación podríamos estar allí después del verano. Ya estamos actuando en el tejado, en unas goteras.
Supongo que ilusionar a los trabajadores será otro de sus objetivos. Desde finales de 2012 Ciuden ha vivido un declive progresivo: un ERE, cambios en la gestión, en los proyectos, en el organigrama. Las diferencias en el comité de empresa, entre los sindicatos representados en el mismo, se han acentuado dando lugar a divisiones.
Roces hay en todos sitios, si bien es cierto que hay que ilusionar a la gente. Yo viví una experiencia similar en la Universidad en 2008, cuando con la llegada de la crisis se redujo el trabajo. Tener como se ha tenido a gente preparada, formada, sin trabajo, no es bueno. Con el trabajo la gente se centra. Estamos en ello, con nuevos proyectos. Yo he formado parte de la junta de personal docente de la Universidad, por ello creo que hay que buscar el desarrollo adecuado de todos los trabajadores. Estoy dispuesto a reunirme con todo aquel que venga con intereses generales; ahora, el que solo venga a resolver su problema particular que no cuente conmigo.
Que dizan, que dizan, mentras non fazan…