El promotor turístico Javier Ortiz Trapote ha puesto en marcha un nuevo proyecto artístico en los bosques de Labaniego que, bajo el nombre de ‘La Senda del Mouro’, presenta a los caminantes una serie de creaciones de diversos autores que acompañan la ruta por el entorno natural de esta población del Bierzo Alto. Según explica el propio Ortiz, “podremos realizar un verdadero recorrido por la historia de un gran interés cultural; andaremos parte del Viejo Camino de Santiago o Camino Olvidado a su paso por Labaniego y visitaremos el enigmático paraje donde se encuentran los restos del antiguo convento franciscano de San Fructuoso en medio del bosque”.
Además de trabajos de Ortiz Trapote, el proyecto ha contado con la colaboración de artistas como Carmen ‘Milmadreñas’ para la creación de un “museo al aire libre” en el que las obras se integran en el medio y usan la naturaleza como “territorio donde expresar sus ideas, reflexiones y pensamientos sobre la sociedad y nuestro tiempo”. De este modo, las creaciones se construyen en base al sitio donde se emplazan y acentúan las cualidades del mismo.
Javier Ortiz Trapote señala que el objetivo de esta intervención es dotar de “un atractivo a una zona en clara decadencia y necesitada de impulso y desarrollo económico, complementando su oferta cultural y paisajística y contribuyendo a favorecer la dinámica económica del municipio de Bembibre y, por extensión, de toda la comarca del Bierzo”.
La Senda del Mouro parte del pueblo de Labaniego internándose en el bosque para realizar un recorrido circular de unos 2,5 kilómetros con una dificultad baja, aunque siempre atentos a las condiciones del terreno dependiendo de la época del año en la que se transite por ella.
Los Mouros
Según explica la web Mitología Ibérica, los mouros son criaturas mitológicas del noroeste de la península, denominados en ocasiones ‘moros’, aunque no tienen nada que ver con los musulmanes. Se trata de criaturas físicamente parecidas a los humanos, pero de mayor tamaño, llegando a ser descritos como gigantes por algunas fuentes. Su piel es de color negro o terroso, debido a que viven bajo tierra y se dedican a la minería, especialmente de oro, metalurgia y orfebrería.
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