El Comité de Empresa de Asprona Bierzo lo conforman cinco trabajadores, tres de UGT y dos de CCOO. Este grupo, representa a los casi cien trabajadores con que cuenta la asociación empresarial y, por tanto, son la voz legitimada de la mayoría de la plantilla. De hecho, en su última asamblea, celebrada hace unas semanas, medio centenar de empleados se han mostrado unánimes en pedir “explicaciones a la gerencia, ahora dirección general, por la forma de gestionar la empresa y por el trato que se da a los trabajadores como si fuéramos niños, con poca consideración y anunciando medidas cuando ya están tomadas de antemano”, explican desde el comité. “De alguna forma, tienen que rendir cuentas y explicar las cosas pues es evidente que ha habido un fallo en la gestión que estamos pagando los trabajadores, quienes somos los primeros que la empresa vaya bien”, insisten.
Historia
Buceando en su documentación, encontramos que Asprona Bierzo es una organización que nació hace más de 50 años como movimiento asociativo impulsado por un grupo de familias unidas por la causa de la defensa y promoción de los derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. En 1967, en colaboración con Asprona León, iniciaron un camino dedicado a atender las necesidades de las personas con discapacidad intelectual a través de la gestión de diversos centros y servicios diseñados para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
La organización se estableció oficialmente como una entidad sin ánimo de lucro el 2 de abril de 1993. En la actualidad, Asprona Bierzo brinda servicios a aproximadamente 170 usuarios y sus familias. Además, cuenta con el apoyo de alrededor de 300 socios que colaboran en diversos proyectos y acciones. Datos obtenidos en su web corporativa.
Asprona Bierzo gestiona diferentes instalaciones y programas, entre los que se incluyen el Centro de Día y Residencial de Compostilla, el Centro Ocupacional Civitas Bierzo, el Centro Especial de Empleo (CEE) y varias viviendas, como pisos tutelados, residenciales y de vida independiente, ubicadas en Ponferrada. Además, la organización es responsable del programa de Atención Temprana de la Junta de Castilla y León en la provincia de León, a excepción de la capital leonesa y su alfoz.
Crisis
La asociación es una de las más queridas en toda la comarca del Bierzo por la labor social que desempeña. Premios de reconocimiento y acciones de apoyo para recaudar fondos son constantes. Sin embargo, desde este verano, ha saltado a los medios de comunicación informaciones que evidencian una “crisis larvada dentro de la entidad en los últimos tiempos”. Pareciera como si el crecimiento vertiginoso de esta asociación en múltiples proyectos y frentes hubiesen acelerado los acontecimientos. “Falta información a los trabajadores, se nos adeudan nóminas, pagas extras y al menos ha habido tres despidos este verano”, explican desde el comité de empresa.
Narrando el acontecer diario de muchas de esta vidas laborales, con implicación personal que se evidencia en los relatos de cada uno, se deduce claramente que algo ha fallado internamente. “La gestión no ha sido correcta, la estructura ha crecido, se han contraído obligaciones que luego no se han podido atender. Se nos dice en ocasiones que es por retrasos en los pagos de las administraciones públicas, otras veces que no dan créditos los bancos, pero la responsabilidad de que no cobremos y tengamos un trato muy secundario no la asume nadie”.
Al parecer, se ha despedido a la asesoría externa y a la jefa de Administración la han reubicado en otro puesto. Se ha contratado a un director financiero profesional y a una persona de recursos humanos. “Ahora existe un Plan y se están tomando medidas. Pero no sabemos cuándo cobraremos, la crispación y el malestar no se ha solucionado y el responsable no ha actuado con profesionalidad”.
Despidos improcedentes, perdidos en los juzgados, notificaciones de despidos por burofax en tiempo de vacaciones, “señalar la puerta si te quejas”, son hechos que desde la plantilla se denuncia. Para ellos, la situación se asemeja a la de un colegio concertado que oferta plazas públicas a un precio que recibe, pero los sueldos son como una empresa privada por debajo del mínimo general y en sintonía con el convenio. “La diferencia llega a veces hasta 300 euros al mes en una nómina normal si estuviéramos retribuídos bajo la norma del salario mínimo”. Lo llaman las políticas de máximos y mínimos. “Máximos para las horas de trabajo, 1720 horas, aunque luego sobren y haya que rellenarlas de alguna manera echándonos en cara que no las cumplimos”.
La falta de afinidad entre la dirección de la empresa y la plantilla se evidencia también en sus quejas. “Ni hablar de la conciliación familiar. Acabas agotado y desmotivado. La empresa es hermética a toda propuesta y no nos da ninguna información”, narran los representantes sindicales. Finalmente, se quejan de falta de consideración, educación, empatía “en un sector donde prima la humanidad, nos gusta nuestro trabajo y queremos que la empresa vaya bien por nuestro propio bien”, apuntan.
Futuro
El futuro de Asprona Bierzo parece estar garantizado, a pesar de esta crisis interna. La asociación está consolidada y reconocida en la sociedad berciana. Se espera mucho de “estas dos personas que han entrado, al menos parecen profesionales en sus áreas administrativas”, explican los representantes sindicales. “Pero tememos que la cabeza de la empresa no va a variar su forma de proceder. Se pasan las inspecciones de la Gerencia de Servicios Sociales y de las administraciones. Los ratios se cumplen”. Además, nadie quiere problemas con una asociación “buenista, que ayuda a discapacitados y está bien vista por la sociedad”. Cierto es, en honor a la verdad, que nadie sospecha de mala práxis en los dineros de la asociación, más de dos millones de euros anuales, según su memoria anual. Quizás, nosotros mismos queramos cerrar los ojos ante unas personas que se dedican a cuidar a parte de nuestra gente discapacitada, sin habernos preocupado nadie, ni administraciones públicas o privadas cómo está dirigido por dentro este engranaje de servicio social que muestra una cara humana amable por fuera y al parecer otra por dentro.
Que se sepa toda la verdad. Que vuelvan las personas despedidas y que han realizado un buen trabajo y que se vaya o se vayan aquellos que han llevado a Asprona Bierzo ha está situación. Todos apoyamos a los trabajadores y pedimos que tengan un sueldo superdigno no medios sueldos y que la Junta de Castilla y León se involucre en aclarar todo. Que es la que da las subvenciones además de las empresas colaboradoras y todo esto llegará a buen fin.
Probablemente el problema es que personas sin experiencia en dirección de empresa están dirigiendo una empresa, si son técnicos y su formación es para trabajar con personas especiales se deberian dedicar a trabajar con los usuarios.
Deberían de ser más transparentes en la gestión, al parecer no es eso lo que destaca, siendo uno.de los principales pilares sobre los que se basaba los inicios de la actual dirección.
Finalmente todo repercute en los tres pilares sobre los que se ha levantado la asociación o empresa, los usuarios, los familiares y los trabajadores, si uno de estos pilares no está bien los otros dos tampoco lo están.
Sino hay error ya se tuvo que indemnizar a una trabajadora que realizaba funciones de dirección de uno de los centros porque el despido era improcedente.
Pero como se suele decir: En río revuelto, ganancia de pescadores.
Probablemente alguien saldrá ganando con todo esto y no será precisamente ni usuarios, ni familiares no trabajadores que ejercen directamente con los usuarios, sino directivos.
Veremos en que acaba todo esto.
Y las inspecciones de la Junta no detectan ninguna anomalía?