PREMIOS MUJER 2024

Beda alcanzó los 250 usuarios durante este 2023

El centro de tratamiento del alcoholismo celebra el Día Mundial sin Alcohol haciendo hincapié en la importancia de la salud mental
Centro Beda de tratamiento del alcoholismo en Ponferrada. / Beda
Centro Beda de tratamiento del alcoholismo en Ponferrada. / Beda

El Centro Beda de tratamiento del alcoholismo de Ponferrada celebra este miércoles el Día Mundial sin Alcohol. Lo hará con una charla coloquio que pone el foco en la salud mental. Una de las dos psicólogas del centro, Patricia González Villalobos, explica que esta es “la gran olvidada” al afrontar el problema del alcoholismo y que “el cerebro es el órgano diana del alcohol”, por más que esta sustancia nociva y adictiva afecte también a otras partes del cuerpo. Los usuarios están llamados a compartir sus experiencias sobre cómo el alcohol ha afectado a su salud mental.

Beda ha atendido en lo que va de 2023 a 250 personas. Entre estas se cuentan los pacientes pero también sus familiares. El acompañamiento es “fundamental” en la resolución de problemas de alcoholismo y además no es solo el paciente quien sufre sino también “los que le rodean”.

Consumo abusivo de alcohol en cifras

La distribución entre hombres y mujeres fue de dos tercios a uno en el pasado año pero esto son “cifras que varían mucho” cada año aunque desde Beda perciben una tendencia histórica a que se vayan igualando. Esto es debido, entiende Patricia González Villalobos, a que cada vez más mujeres “deciden acudir a un proceso”.

Las adicciones están “muy estigmatizadas” y en el caso femenino doblemente. En general, al adicto “le cuesta acudir a un recurso” y en el caso del alcohol, se trata de una droga “socialmente integrada” pero que “cuando se tiene un problema” con él “la sociedad de margina”. Como en el resto de adicciones, se ceba en el “autoengaño” pues “no se ven como una enfermedad”.

Abuso del alcohol por edades

Las edades de los usuarios de Beda van de los 20 a los 80 años. La media es 47’7 y las franjas de edad más numerosas las de 51 a 60, de 41 a 50 y de 31 a 40 años, en ese orden. El perfil “va variando”, explican desde el centro. Se percibe que aumenta el número de usuarios que buscan salir de una situación de consumo compulsivo, de mucha cantidad en poco tiempo, más propio de gente más joven, más típico de países anglosajones pero que va implantándose en otros, como el nuestro, de cultura más mediterránea, explican desde Beda.

Dos psicólogas, una trabajadora social, un médico y una animadora sociocultural conforman la plantilla del centro de Beda en Ponferrada, que atiende a personas con alcoholismo de el Bierzo, Laciana y Valdeorras. No pocos voluntarios aportan su ayuda al día a día del centro, donde se busca “concienciar, tratar y no estigmatizar; es decir, para solucionar y evitar culpabilizar”.