En la frontera con Galicia, junto a una recóndita y pequeña localidad ubicada a los pies del pico Faro, el hayedo de Busmayor, de 60 hectáreas de extensión, se ha convertido en uno de los bosques más populares del Bierzo y en el más visitado, especialmente en otoño. A la explosión de color de los árboles, salpicados de rojo y amarillo, se une el espectáculo del agua de los arroyos de la Fonte de Moura, de los Torgos y de la Valiña Grande, que corre entre piedras y musgos y que se hace arte en varios saltos y cascadas, dando lugar a unas imágenes únicas.
Durante los meses de verano, tres operarios de Diputación han trabajado en la limpieza y mantenimiento de la ruta circular de seis kilómetros que atraviesa el bosque de hayas, salpicado de otras especies como robles, abedules, acebos, avellanos o castaños. Este año, además, las tareas se han ampliado a una zona situada frente al pueblo, de más de un kilómetro de longitud, que se quiere añadir al recorrido de cara al próximo año. Una de las últimas novedades en este paraje llegó en 2016, cuando las empresas Bierzo Natura y Pharmadus instalaron en el corazón del hayedo ‘la mesa más bonita del mundo’, un pequeño merendero con dos bancos situado frente a la cascada conocida como Frevencia do Beiro.
Las cuevas de Veiga Cimera y de la Raposa son otros atractivos del entorno y la leyenda local asegura que sirvieron de refugio a los combatientes de la Guerra Civil. El paseo por la Senda do Faxeiral, nombre que identifica al recorrido en los paneles y señales esparcidos por el bosque, también lleva al visitante hasta una especie de anfiteatro natural, creado por los árboles y el monte, en el que se alza la Piedra de los Poetas, el lugar que cada verano reúne a los amantes de la poesía para recitar los ‘Versos en el hayedo’, un evento que arrancó en el año 2009.
Fotos de QUINITO: