Cacabelos acogerá este fin de semana, los días 28 y 29 de septiembre, su tradicional Feria de San Miguel, un evento anual que combina actividades ligadas a la ganadería, la agricultura y la gastronomía local. La feria, que tiene sus raíces en el siglo XV, se ha consolidado como un espacio de encuentro social y económico, atrayendo tanto a vecinos como a visitantes de la comarca.
Durante los dos días, los asistentes podrán disfrutar de una variada oferta que incluye puestos de artesanía, aperos de labranza, textiles y productos de la huerta, además de los tradicionales ajos y el típico pulpo a feira. Uno de los principales atractivos de la feria será la exposición de ganado equino, con la participación de alrededor de 150 ejemplares entre yeguas, caballos, potros y burros.
“La Feria de San Miguel es un legado vivo que nos esforzamos en mantener, transmitido a través de generaciones y que preserva la memoria de nuestras tradiciones”, comentó la alcaldesa de Cacabelos, Irene González. Además, destacó que el evento no solo fomenta la actividad económica mediante la venta de productos locales, sino que también fortalece los lazos sociales entre los vecinos y visitantes.
Historia centenaria
Con más de cinco siglos de antigüedad, los orígenes de la Feria de San Miguel se remontan al siglo XV, cuando se celebraban transacciones de ganado y ventas de productos agrícolas, textiles y vinícolas. A partir del siglo XVIII, la feria se ubicó en los alrededores del Santuario de las Angustias. Los fabricantes de mantas y calcetines del Val de San Lorenzo ocupaban el actual recinto del albergue de peregrinos, mientras que los guarnicioneros y vendedores de cebollas, ajos y pulpo se situaban en las proximidades de la iglesia.
En la actualidad, la exposición de ganado equino tiene lugar en un espacio habilitado junto al río Cúa, mientras que los tradicionales puestos de venta se han trasladado a la Plaza Mayor, manteniendo el espíritu de una feria que sigue siendo un referente en la comarca del Bierzo.
