Los cadáveres de una mujer de 83 años y de su hijo, hallados ayer viernes en Arévalo, cuyo suceso ha causado una honda conmoción en la localidad, no presentan signos de violencia y podrían llevar varios días fallecidos en su vivienda.
Las primeras investigaciones de la Guardia Civil apuntan a que la causa de las muertes fue por intoxicación de monóxido de carbono, posiblemente causada por un brasero, según informa en su edición de hoy Diario de Ávila. Según informó el alcalde de Arévalo, Francisco León, y según las primeras investigaciones, los cadáveres no presentarían signos de violencia y podrían llevar varios días fallecidos dentro de su vivienda, ubicada en la calle Encruz.
Fueron allegados suyos los que dieron cuenta de que algo podía haberles ocurrido, ya que hacía varios días que no tenían noticias de ellos, y aunque habían tratado de ponerse en contacto no habían obtenido respuesta. Ante esta situación dieron cuenta de esta situación a los cuerpos de seguridad y se pusieron en marcha los protocolos para poder acceder a la vivienda, donde se encontraron a ambos fallecidos.
Al estar el caso bajo secreto de sumario, no se han dado a conocer los datos de filiación de las víctimas, aunque según ha podido saber Diario de Ávila la madre tendría 83 años de edad y el hijo, 49 años. Otras fuentes apuntaron que este último rondaría los 60 años.
Las víctimas se encontraban ya en manos de los forenses para practicarles las correspondientes autopsias, sin que de momento se conociese el resultado de las mismas.