Caja Rural terminó la campaña de activación del consumo ‘Nuestro comercio se merece un diez y nuestros clientes, también’ con un incremento de facturación del 172 por ciento en los comercios adheridos con las tarjetas de la cooperativa de crédito.
El comercio, los servicios locales y la hostelería “destacaron la utilidad e importancia” de la campaña para la reactivación económica y el incremento del cien por cien en el volumen de operaciones con Caja Rural, “muy deteriorado por la crisis de la COVID-19” que, según algunos estudios, “descenderá un 14,5 por ciento de media nacional en las familias”.
La campaña, puesta en marcha el día 1 del pasado mes de julio, consistió en beneficiar con un diez por ciento de descuento todas las compras en los terminales punto de venta de Caja Rural realizadas con las tarjetas de clientes de la entidad, con un límite de 500 euros por compra hasta el 30 de septiembre.
“Destaca la relevancia de la campaña desde el punto de vista de la actividad económica en el comportamiento de consumo de los clientes acreditado en los índices de actividad de las operaciones durante la campaña, que han representado el 72,11 por ciento del total de la actividad del año hasta el 30 de septiembre”, apuntaron fuentes de la Caja.
“Cuando la economía lo necesita, cuando los empresarios y clientes requieren un empuje, es cuando Caja Rural y lo que representa cobra más sentido: una banca local de cercanía al servicio de nuestra sociedad y sus problemas”, añadieron.