Comenzábamos este periplo por las calles de Ponferrada recorriendo las vías que evocan a la Tebaida e iniciamos su final en el entorno del Polígono de las Huertas, muy cerca del centro, donde las calles nos recuerdan los ríos y montañas que rodean el Bierzo y que no dejan de verse en ningún momento de nuestro paseo.
En un barrio que en su día fueron huertas no puede faltar el agua, y por si el río Sil no bastase, aquí tenemos las calles Río Urdiales, Río Selmo, Río Valcarce, Río Ancares, Río Tremor y Río Oza. No faltan tampoco el Lago de Carucedo, el Lago de La Baña y los embalses de Bárcena, Peñarrubia y Las Ondinas.
En esta zona también encontramos calles nombrando a los dos puertos de entrada y salida al Bierzo: el Manzanal y Piedrafita, junto a las cumbres de La Guiana, Pico Tuerto y El Castro, que se ven en el horizonte.
Para poner fin a nuestro recorrido nos permitirá el lector hacer una pequeña trampa, porque de las Huertas vamos a dar un salto al barrio del Temple para rendir allí un último homenaje a los minerales que durante años salieron de esas montañas para dar riqueza al Bierzo. Allí, frente al parque, se concentran las calles del Carbón, de la Hulla, de la Antracita, del Hierro, del Wolfram y del Oro junto a la avenida de la Plata y la plaza del Diamante.