Octubre llega a su fin y este fin de semana es el momento del cambio de hora para entrar en el horario de invierno. Esta vez toca atrasar los relojes, por lo que a las 3 de la madrugada del domingo 31 de octubre pasarán a ser de nuevo las 2. Una hora más de sueño (o de fiesta, ahora que se ha reabierto el ocio nocturno y las celebraciones de Halloween y magostos están a la orden del día) y, en teoría, un ahorro energético durante los meses de menos luz natural.
La teoría dice que con el cambio de hora se aprovechan más las horas de sol, por lo que no se consume tanta energía eléctrica, si bien los críticos sostienen que el ahorro que se produce es muy pequeño en comparación con el gasto total. Además, este ahorro sólo se produciría en las empresas, ya que al regresar a casa del trabajo ya no hay luz natural y consumiremos electricidad igualmente. Por otro lado, también se puede discutir si el ahorro, de haberlo, compensa los desajustes que se producen en nuestro cuerpo al ‘viajar en el tiempo’.
Consecuencias físicas del cambio de hora
Con el cambio de hora nuestro organismo experimenta un pequeño ‘jet lag’ y, aunque el ajuste del reloj se produce por la noche y en fin de semana para que afecte lo menos posible, hay sectores de la población que lo notan más y durante unos días sufren las consecuencias hasta que el cuerpo se adapta al nuevo horario.
Para la mayoría, no obstante, efectos como el cansancio, las dificultades para conciliar el sueño o una ligera desubicación son ligeros y apenas duran unos días. En el caso de los niños, más acostumbrados a seguir rutinas horarias más estrictas, el cambio es más notable y necesitaremos dosis extra de paciencia para ayudarles a sobrellevarlo.
En cuanto a los adultos, las consecuencias pueden ir más allá del mero malestar físico, ya que hay estudios que señalan un aumento de los accidentes de tráfico y en el trabajo durante los días siguientes al cambio de hora, debido tanto a la pérdida de atención que puede provocar la alteración del reloj como a las diferentes condiciones de luz a la hora de coger el coche.
¿Por qué el cambio de hora?
La historia del cambio de hora se remonta ‘oficialmente’ a Benjamin Franklin, que fue el primero en proponer esta medida como método para aprovechar más la luz solar y ahorrar en el aceite de sus lámparas. En los albores del siglo XX un constructor inglés, William Willett, llegó a la misma conclusión que Franklin, aunque su idea era más enrevesada, pues proponía cambios de hora semanales.
Finalmente, en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, se produjo de forma oficial el primer cambio de hora en Estados Unidos, una medida que en España se llevó a cabo por primera vez dos años más tarde, en 1918. Este cambio no llegó para quedarse, pues no se produjo todos los años y se llegó a dar el caso de que durante la Guerra Civil la zona republicana y la zona sublevada manejaron dos horarios diferentes.
La crisis del petróleo de la década de los 70 hizo que se retomara la idea del cambio de hora para ahorrar energía, comenzando a implantarse en algunos países desde 1974 y en la entonces Comunidad Económica Europea en 1980. En España se estableció en 1981 que habría dos cambios: el último domingo de marzo y el último de septiembre, que en 1996 se trasladó al último domingo de octubre, tal y como se hace en la actualidad.
El debate del cambio de hora en España
Como hemos visto más arriba, el cambio de hora comenzó a realizarse para ahorrar energía en dos momentos donde la economía era clave: durante la Primera Guerra Mundial y en la crisis del petróleo de los 70. Sin embargo, ahora ese ahorro ha dejado de ser significativo, por lo que desde hace unos años se viene debatiendo a nivel europeo si se continúa viviendo con el horario de invierno y el horario de verano o ya es el momento de dejar de jugar con el tiempo.
El debate, en el que la mayoría de países de la UE votaron a favor de mantener siempre el horario de verano, resultó vano, pues la falta de consenso entre todos los miembros ha impedido aplicar esta decisión, por lo que, al menos de momento, nos tocará recordar que en marzo y octubre podremos sentirnos como Doc y Marty en Regreso al futuro y viajar en el tiempo, aunque sólo sea una hora adelante o atrás.
…Cuanto cuento nos venden…oiga