Castilla y León pide que el plan para Navidad permita medidas más restrictivas para los territorios en peor situación

La Junta aceptaría que los bebés no contaran en la limitación de las reuniones a seis personas

La Junta de Castilla y León defiende que el acuerdo general sobre las medidas preventivas del COVID-19 estas Navidades permitan aplicar medidas más restrictivas en los territorios, que como la Comunidad, presentan una peor situación epidemiológica, según explicó hoy la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, en una comparecencia conjunta con la consejera de Sanidad, Verónica Casado.

En ese sentido, la máxima responsable de Salud Pública de la Comunidad informó de que habían pedido que el plan nacional para Navidad permita, más allá del acuerdo general, que aquellas comunidades, municipios o provincias con una “peor” situación puedan ser “más restrictivos” debido a las diferencias que existen entre las comunidades autónomas.

También, la directora general señaló que la Junta cree que los bebés de menor edad podrían excepcionarse en las limitaciones a seis personas de las reuniones, como piden algunas comunidades, si bien recordó que en Burgos esa restricción es para tres. Sin embargo, autonomías como Madrid, plantean que el límite sean diez personas y otras que el criterio sean las unidades de convivencia.

Por su parte, la consejera de Sanidad confió en que haya un acuerdo en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del próximo miércoles, puesto que Verónica Casado defendió la necesidad de que haya “unidad de criterio” sobre la regulación para las fiestas navideñas. Por ello, reiteró que la Junta está dispuesta a asumir algunos postulados para que se cierre un acuerdo nacional.

La propuesta de la Comunidad, según expuso Verónica Casado, pasa por mantener el cierre perimetral, al menos, hasta después del puente de diciembre, así como restricciones a la movilidad interna entre provincias. También plantea mantener el toque de queda para restringir la movilidad nocturna.

También planteó que Castilla y León pide que se eviten las comidas de trabajo, la asistencia de público a las cabalgatas, las visitas a belenes, sobre todo en espacios cerrados, y a las tradicionales campanadas la noche de fin de año. Además, defendió que se permitan las actividades deportivas, pero sin público.