Castilla y León registró en 2018 la tercera tasa más baja de delitos del país

Castilla y León registró el pasado año la tercera tasa más baja de delitos del país con 7,9 por cada 1.000 habitantes, sólo por delante de Castilla-La Mancha (7,5) y Galicia (7,4). La media nacional se situó en 10,6 y fue la Comunidad Valencia la que situó en cabeza con un tasa de 12,8, seguida de Baleares y Andalucía, ambas con un 11,7.

Según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), se contabilizaron en la Comunidad 16.333 delitos -12..953 de hombres y 3.380 de mujeres- y 406.327 en el conjunto de España. En total,las ciudades autónomas de Ceuta (33,2) y Melilla (30,7), y la Comunidad Valenciana (12,8) registraron las mayores tasas por cada 1.000 habitantes. Por el contrario, Galicia (7,4), Castilla-La Mancha (7,5) y Castilla y León (7,9), presentaron los valores más bajos.

Por otra parte, se contabilizaron 11.486 personas condenadas -18 años y más-, de los 11.198 eran españoles y 1.097, extranjeros. Por ello, presenta una tasa de condenados de 5,6 por 1.000 habitantes. Andalucía fue la autonomía en la que fueron inscritas más personas condenadas (19,8 por ciento del total). Por detrás se situaron Cataluña (15,6 por ciento) y Comunidad de Madrid (13,8 por ciento). Cataluña fue la que contó con más condenados extranjeros (23,6 por ciento del total) seguida de Comunidad de Madrid (17,5 por ciento) y Comunidad Valenciana (13,4 por ciento).

Diferente fue el panorama en el caso de las infracciones penales cometidas por los menores de entre 14 y 17, donde Castilla y León registró un tasa de 14,3 delitos por cada 1.000 habitantes, por encima de la media nacional (13) y muy lejos de Madrid (7,4), Galicia (8,8) y Cataluña (9,8). El pasado año se registraron en la Comunidad 1.169 delitos cometidos por menores, cifra que a nivel nacional asciende a 24.340.

Provincias

En cuanto a los condenados crecieron un 11,1 por ciento en Ávila, hasta los 687; un 5,41 por ciento en Salamanca, hasta los 1.540; un 2,12 por ciento en Segovia, hasta los 722; un 11,62 por ciento en Soria, hasta los 317; un 4,58 por ciento en Valladolid, hasta los 2.719, y un 4,82 por ciento en Zamora, hasta los 740.

Los delitos se situaron en 909 en Ávila, un 14,4 por ciento más que en 2017; en 2.543 en Burgos; un 0,16 por ciento más; en 3.186 en León, un 8,3 por ciento menos; en 974 en Palencia, un 7,5 por ciento menos; en 2.272 en Salamanca, un 12,42 por ciento menos; en 943 en Segovia, un 5,6 por ciento más; en 459 en Soria, un 12,7 por ciento más, y en 4.004 en Zamora, un 10,7 por ciento más.

En lo relativo a menores, las infracciones crecieron en Ávila un 15,38 por ciento; en Palencia un 4,05 por ciento, y en Segovia, un 79,1 por ciento, hasta las 75, 77 y 120, respectivamente. Por el contrario descendieron un 14,2 en Burgos, hasta las 151; un 5,3 por ciento en León, hasta las 141; un 2,3 por ciento en Salamanca, hasta las 166; un 16,3 por ciento en Soria, hasta las 77; un 1,35 por ciento en Valladolid, hasta las 293, y un 37,84 por ciento en Zamora, hasta las 69.

Delitos sexuales

Los menores condenados por delitos sexuales el pasado año fueron 16 en Castilla y León, frente a los 12 de 2017. De ellos, siete correspondieron a Valladolid; tres a León y dos a Burgos, Salamanca y Zamora. Respecto a los adultos, los condenados por este tipo de delitos fueron 81 en la Comunidad, diez más que en el ejercicio anterior.

Así, cuatro se registraron en Ávila; 15 en Burgos; nueve en León; cinco en Palencia; 12 en Salamanca; tres en Segovia; ocho en Soria; 20 en Valladolid y seis en Zamora.