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Celsina García: toda una vida en Santa Marina del Sil

A sus 86 años, Celsina es memoria viva de Santa Marina del Sil, donde trabajó en la mina durante muchos años
Celsina, en su casa de Santa Marina del Sil. / QUINITO

Excelsina García vino al mundo en Santa Marina del Sil en un año tan señalado como 1936. 86 años después, Celsina, como quiere que la llamen, sigue viviendo en esta pequeña localidad del municipio de Toreno, a orillas del pantano de Bárcena, donde, a pesar de que las piernas ya “se cansan”, cada día baja a dar un paseo hasta la plaza.

La vida de Celsina ha sido una montaña rusa de buenos momentos y otros difíciles, aunque ella prefiere quedarse con los mejores: “He vivido una vida bastante buena buena”, asegura, “pasé una juventud alegre, íbamos a las fiestas por los pueblos… No me quejo”. Y todo a pesar de haber perdido a sus hermanas muy jóvenes y también a un hijo.

Hasta los 15 años, Celsina estuvo acudiendo a la escuela y a esa edad comenzó a trabajar en la mina. Allí hacía “casi de todo, menos bajar a la mina a picar carbón. Clasificábamos el carbón y la pizarra, también tiré de vagones de escombro con otras compañeras, cargaba coches a pala… Hasta cargábamos vagones de tren”, recuerda.

La mina fue una tabla de salvación para una zona que perdió buena parte de su agricultura y ganadería con la construcción del embalse de Bárcena, un hito que Celsina afirma que “afectó bastante mal a la zona, porque teníamos muchas huertas y una pradera donde casi todo el mundo tenía su pareja de ganado y criaba terneros. Pero bueno, gracias a que teníamos el jornal de la mina y alguna huerta que quedó en el pueblo fuimos viviendo”.

Celsina, en su casa de Santa Marina del Sil. / QUINITO

Celsina dejó la mina cuando se casó y pasó a ocuparse de las tareas de la casa y de cuidar a sus hijos, durante mucho tiempo en solitario, ya que su esposo fue uno de los muchos bercianos que tuvieron que irse al extranjero a buscarse la vida: “Mi marido estuvo nueve años en Suiza a temporadas y yo me quedaba de ‘pastora’ de los niños”, bromea. “Entre todos íbamos atendiendo la huerta y haciendo las cosas de la casa”.

Años después fue el turno de cuidar de su marido, cuando éste enfermó de alzheimer. “No conocía ni sabía hacer nada, el pobre”, recuerda Celsina, que después vivió en sus propias carnes una complicada operación: “Estuve más para allá que para acá, fue un milagro. Pero ahora vivo bien”, asegura, recuperando su proverbial optimismo: “Lo peor son las piernas, que se cansan, pero el resto, bien. Si tengo que hacer la comida, la hago, lo de casa lo llevo un poco peor y se ocupa mi hija. Por las mañanas me levanto y doy un paseo hasta la plaza, si tengo judías las pico… Siempre hago algo por casa”.

Su mejor recuerdo aúna pasado y presente, ya que asegura que en Santa Marina del Sil “siempre hemos vivido muy unidos, y si hacía falta una mano en las fincas o en lo que fuera nos ayudábamos unos a otros. Nos llevamos todos muy bien, aunque ahora estamos pocos”, dice con un toque de nostalgia.

Celsina, con sus hijos, en su casa de Santa Marina del Sil. / QUINITO

Premios Mujer Bierzo 2022

El Ayuntamiento de Toreno, presidido por Laureano González, ha propuesto a esta berciana como nominada a los Premios Mujer Bierzo 2022 que organiza El Bierzo Digital. Estos premios buscan reconocer y galardonar la encomiable labor de todas las mujeres y, especialmente, a las de nuestra comarca.

Puede conocer al resto de nominadas en la sección de reportajes de las candidatas a los Premios Mujer Bierzo 2022 de El Bierzo Digital.

Celsina, en su casa de Santa Marina del Sil. / QUINITO
Celsina, con su hijo y su nuera, en su casa de Santa Marina del Sil. / QUINITO

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