El Clínica Ponferrada SDP logró una agónica victoria ante el Melilla gracias a una canasta de Juan Hierrezuelo sobre la bocina después de un partido irregular por parte de los dos equipos que pudo caer para cualquier lado más por deméritos del rival que por méritos propios (59-58).
El partido comenzó con una colección de errores en las dos canastas que propició que el marcador no se moviera hasta pasados tres y minutos y medio, cuando Melilla acertó por primera vez con el aro. Hubo que esperar casi cinco minutos y medio para la primera canasta del Clínica Ponferrada SDP, con dos tiros libres de Harguindey que ponían el marcador en un ridículo 2-6 a falta de 4.36 para el final del primer cuarto. La primera canasta en juego para los blanquiazules fue de Morales a 2.11 para finalizar el primer periodo, al que se llegó con 9-14 para los norteafricanos.
No mejoró el partido en el segundo cuarto, en el que los dos equipos firmaron un parcial de 15-15 para irse al descanso con ventaja de cinco puntos para Melilla (24-29), la mejor noticia para el equipo local visto lo visto durante los primeros 20 minutos.
Pero, cosas del baloncesto, el partido se reanudó con otro Clínica Ponferrada SDP sobre la cancha, ese que defiende fuerte, corre y, sobre todo, acierta desde el perímetro. A base de triples, los blanquiazules plantearon un partido nuevo con el 33-33 en el marcador después de tres triples seguidos de Morales y Merlo, y poniéndose por primera vez por delante con otro lanzamiento de larga distancia, esta vez de Hierrezuelo, para el 36-35 a 6.21 para el final del tercer cuarto.
El partido se empezó a parecer entonces a lo esperado entre estos dos equipos, con igualdad en el marcador y en el juego hasta el 53-53 con el que se entró en los últimos cinco minutos de partido. Ahí volvieron a aparecer las precipitaciones en los dos equipos (6-5 fue el parcial de esa recta final de partido), de las que pareció salir beneficiado Melilla, que con una canasta de Godspower bajo el tablero, posibles pasos mediante, se puso 57-58 con 18 segundos en el reloj.
La última posesión la jugó de manera horrible el Clínica Ponferrada SDP, con Samar agotando casi todo el tiempo sin hacer nada, pero los dioses del baloncesto hoy se vistieron de blanquiazul y la pelota acabó en las manos de Hierrezuelo, que con un lanzamiento lateral sobre la bocina puso el 59-58 final para delirio del público que se dio cita en el Lydia Valentín.
CLÍNICA PONFERRADA SDP (59): Merlo (7), Samar (3), Harguindey (5), Morales (11) e Hierrezuelo (10). Después jugaron Paradeda (2), Moncanut (8), Blak (3), Mukendi (0), Romero (5), Herrera (5) y Vieytes (0).
MELILLA CIUDAD DEL DEPORTE (58): Soumbey-Alley (10), Luis García (5), Ndiaye (6), Jacobs (6) y Pavlov (7). Después jugaron Godspower (7), Córdoba (0), Moreno (2) y Javier García (15).
PARCIALES: 9-14; 24-29 (descanso); 50-45; 59-58.
ÁRBITROS: García Martín y Hernández Cañaveras. Sin eliminados por faltas personales.
PABELLÓN: Lydia Valentín.