Tras varios años sin uso, la que fuera la sede de Ciuden, una parte de las instalaciones de la antigua Central de Compostilla I, volverá a tener inquilinos. Se trata de los 50 alumnos de los cursos de formación, en prevención de riesgos laborales y nuevas tecnologías energéticas, organizados entre Endesa, Ciuden y la Fundación Santa Bárbara, que ocuparán dos plantas del edificio. El motivo no es otro que la ‘Nueva Normalidad’ tras el covid, pues los cursos, por motivos de seguridad, no se podrán desarrollar como estaba previsto en el edificio de Ciuden en Cubillos del Sil. “No podíamos cumplir con las distancias mínimas”, explica Arsenio Terrón, director de la fundación.
Terrón confirma que, desde que llegara a la dirección de Ciuden, la ex sede se ha limpiado y puesto a punto con la resolución de un problema de goteras y con la revisión y reinicio de todos los servicios informáticos. Todo ello, porque, según confirma el director de la fundación, sigue en pie el proyecto para trasladar los servicios centrales y la dirección a este edificio.
Según este proyecto, que Terrón reconoce que ya llevaba retraso antes de la crisis del coronavirus, el edificio se compartirá entre Ciuden y el Consejo Comarcal, que prevé instalarse allí para contar con más espacio y ciertas infraestructuras como un salón de actos con las últimas tecnologías, oficinas, salas de reuniones etc.
En el resto del edificio, el ala derecha, restaurada para su conversión en la sede del Museo Nacional de la Energía, se prevé ahora la creación de un Palacio de Congresos y Exposiciones.