Durante el 2019, la organización de Cruz Roja atendió a un total de 113 personas de hasta 15 nacionalidades distintas, destacando la presencia de Venezuela (45%), Honduras (8%), Colombia y Nicaragua (7%).
En este primer semestre del 2020 se han atendido a 46 personas, apreciándose un notorio cambio en el perfil de las demandas siendo ahora Colombia (28%), Venezuela (24%), Honduras (13%) y Nicaragua (9%) las más presentes.
Con todas y todos ellos, el trabajo ha tenido por objetivo garantizar su protección e integración social en España. Cruz Roja cuenta con un programa de acogida e integración de personas refugiadas y solicitantes de protección internacional financiado a través de diferentes convenios suscritos con la Secretaría de Estado de Migraciones, dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España y en colaboración con las administraciones públicas de ámbito estatal, regional y local.
Participado por personal voluntario, el programa resulta clave para la prestación de algunos servicios como el de aprendizaje del castellano o para la realización de otras acciones de acompañamiento impulsadas de forma transversal en las distintas fases y actuaciones del programa (acogida temporal, intervención social, asistencia legal y psicológica, etcétera).
De igual manera, el voluntariado ha tenido un espacio clave dentro de la adaptación a la atención de las personas refugiadas durante la pandemia por COVID-19. Ha sido necesario adaptar la actividad en este contexto ya que las personas refugiadas también se han visto afectadas por la pandemia por Covid-19 y han tenido que ajustar a una situación sobrevenida que ha limitado sus procesos de integración y autonomía, a menudo sin redes familiares ni otros apoyos cercanos con los que contar fuera de la entidad.