La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) lamentó que los profesionales sanitarios se vean desprotegidos con el uso de material de protección que no reúne las garantías, tras la inmovilización de 20.000 mascarillas deficientes.
“Cuando parece que la llegada de los equipos de protección son una realidad, que se puede trabajar con un mínimo de seguridad, los profesionales que están dando lo mejor de ellos, que no han dado ni un paso atrás en esta crisis, se ven otra vez, indefensos”, refiere en un comunicado recogido por Ical.
Tras recordar que no es la primera vez que ocurre, advierte que “volvemos, una vez más, a dejar desprotegidos a nuestros profesionales, con unos materiales que no cumplen para la función que se han diseñado”.
“No entendemos cómo se puede comprar un material y posteriormente analizarlo, para ver si cumple o no las condiciones requeridas; y, sobre todo, no entendemos cómo se puede distribuir dicho material sin haber comprobado si va a proteger a aquellos que están en primera línea, luchando contra el coronavirus”, afirma CSIF.
CSIF exige que, “de una vez por todas, no se escatime en la protección de nuestros sanitarios, que no se compre material de segunda, que se examine dicho material antes de distribuirlo. En definitiva, que no se ponga la vida de los profesionales en juego”.
“No importa si este material ha sido adquirido por Gerencia Regional de Salud de la Junta o por el Gobierno Central, ambos tienen la responsabilidad de cumplir y exigir que esos equipos cumplan los requisitos y estándares adecuados. Esa es la responsabilidad de la administración”, concluye.