En abril, aguas mil, alergias primaverales y hacer la declaración de la renta: cada año vuelve a tocar. Pagar impuestos es una de esas cosas que siempre nos gusta que hagan los demás pero, cuando nos toca, todo son pegas. El impuesto sobre la renta de las personas físicas tiene que ser pagado por parte de quienes reciben rentas durante el año fiscal inmediatamente anterior. Es decir: los ingresos hay que declararlos y en base a ellos contribuir a que sea posible seguir viviendo en un entorno con unos estándares más o menos adecuados de civilización.
En la declaración de la renta, hacemos saber cuál es nuestro nivel de ingresos, según el cual se nos aplicará un gravamen. También se tiene en cuenta la situación familiar, si hay personas (niños, ancianos o dependientes) a nuestro cargo. En la declaración de la renta, elegimos colaborar con la labor social de la Iglesia Católica o con las oenegés, marcando la famosa casilla. Al final, descubriremos si nos sale a pagar o a devolver, siendo esta segunda opción algo más grata.
Nuesta amiga la Agencia Tributaria va a tenerlo todo en cuenta: las inversiones, los rendimientos, las ganancias patrimoniales (como, por ejemplo, si te ha tocado la lotería)… y también las donaciones: si has colaborado con alguna asociación considerada de interés público, además de enriquecerte como persona humana y animal político, te desgrava.
Cómo hacer la declaración de la renta
La declaración de la renta es un trámite obligatorio que se puede hacer de (al menos) tres formas: presencial, telefónicamente u online. En caso de querer acudir a una oficina, deberás pedir cita previa. De hacerlo por internet, la seguridad de tus datos estará garantizada por medio de un proceso de identificación tan ágil como seguro. Si eliges la opción telefónica, has de saber quee llaman ellos, no tú.
Otra opción es contratar un asesor que te haga la declaración o utilizar alguna de las numerosas aplicaciones para móviles que automatizan el proceso. No es que este sea demasiado complicado, pues siempre puedes partir de un borrador para hacer tu declaración de la renta. Este lo genera la Agencia Tributaria en base a los datos fiscales que de ti tiene. Esto es lo que tus pagadores han comunicado que te abonan y retienen, por un lado, o lo que esas asociaciones con las que colaboras anuncian a hacienda que donas.
Ser una persona física tiene este inveniente en cada anualidad pero hay que mirar el lado positivo de las cosas, incluso si no lo tienen. Si resides más de 183 días en España o el país es el principal ámbito de tu actividad económica, te toca declarar. Excepto en ciertos casos, en los que puede que quedes exento si cumples ciertas condiciones.
Quién está exento de hacer la declaración de la renta
La declaración de la renta es un trámite anual obligatorio que deben hacer todos las personas cuya actividad económica se lleva a cabo en España o residen en el país más de la mitad del tiempo. Ahora bien, existen excepciones. Estas parten de una barrera de ingresos de 22.000 euros anuales.
Si no llegas a esa cifra, puedes estar exento de hacer la declaración de la renta siempre y cuando tengas un único pagador. Si no es así, también puedes librarte de este trámite en cuando los pagos a partir del segundo no superen (en conjunto) los 1.500 euros.
Pero no hacer la declaración de la renta no tiene por qué ser una buena idea ya que una vez se apliquen deducciones, tu borrador puede ser que salga a devolver. Quizá no sea una gran cantidad o ni siquiera llegue para la siguiente letra del coche pero nunca está de más recibir una devolución, que a fin de cuentas quiere decir que has aportado de más en el año fiscal inmediatamente anterior.
Hacer la declaración de la renta online
La forma más cómoda para hacer la declaración de la renta, entendiendo, por su puesto, que sea tu primera vez, es la online. Necesitarás estar familiarizado con el uso de la informática, lo que es bastante probable si estás en la edad de empezar a trabajar. Eso sí: no esperes de la web de la Agencia Tributaria otra cosa que rigor, rectitud, rigidez y formularios. Y no tiene anuncios.
Para identificarse, el DNI electrónico es lo más cómodo. Si no tienes uno, hazlo, y si no vas a hacerlo, no pasa nada: puedes hacer la declaración de la renta online identificándote de otro modo.
Si no es tu primera declaración, bastará con que completes un formulario de identificación en el que se te pedirán datos que están en la declaración del año anterior y en tu DNI. También tendrás que demostrar tu identidad facilitando ciertas cifras de tu cuenta bancaria. Si esta ha cambiado desde tu anterior declaración, mal vas.
El sistema de Clave con el que puedes hacer diversos trámites de la Seguridad Social, y que se usa también para la declaración de la renta, es seguro y fiable: una herramienta moderna para un trámite de toda la vida. El cual, descubrirás, es mucho más facil de hacer de lo que parece en principio.