Cada vez es más frecuente ver a niñas vestidas y actuando como mujeres fatales, reflejo de una cultura sexualizada que quizás pueda estar robando la infancia a nuestras hijas. Influenciadas en gran parte por las series de televisión, publicidad e incluso ciertos juguetes, nuestros hijos son presionados desde una edad cada vez más temprana, aunque en el caso de las niñas se ven más afectadas. La idea es que aprendan a enseñar el lado más sexy, donde los atributos físicos toman gran relevancia y cualquier cualidad o valor humano carezcan de importancia. Una niña debe vestir de manera alegre y cómoda para poder jugar, de forma que primen, por ejemplo, los estampados y las flores de dibujos, y no calaveras, labios rojos y caras sexys acompañadas de frases para adultos. Aunque hay padres que ven esta cultura como inapropiada, se dejan llevar por esa tendencia. Los padres deben facilitar a las niñas un entorno donde sean admiradas como personas, por sus habilidades, valores, carácter, no por esa imagen.
Opinión
20 de agosto de 2012
Dejemos a los niños ser niños
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