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Diez años de cárcel para el narcotraficante berciano detenido en la Operación Martirium

Fue apresado por los GEO en 2013, durante el asalto del patrullero de la Armada ‘Rayo’ al velero ‘Tritón 2000′, una embarcación que cargaba cocaína en alta mar proveniente de Brasil o Venezuela
El detenido en el momento en el que desembarcó, ya con las esposas, en Las Palmas en noviembre de 2013

EBD Un fallo de la sección 3 de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, contra el que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, impone una pena de cárcel de 10 años y el pago de una multa por tráfico de droga y contra la salud pública, de 24 millones de euros, a un vecino de Toreno, de 44 años. De nombre Ismael, como publica hoy el Diario de León, fue detenido el 29 de noviembre de 2013 en el asalto del patrullero de la Armada ‘Rayo’ al velero ‘Tritón 2000′, una embarcación que cargaba cocaína en alta  mar proveniente de Brasil o Venezuela.

Este vecino de Toreno trabajaba para diversas mafias de la droga ofreciendo sus servicios, y los del velero propiedad de su ‘socio’ francés, Luis Pedro, administrador de la empresa Alderbrook Service Limited, domiciliada en Gibraltar, y a la que pertenecía la embarcación con bandera del Reino Unido utilizada para transportar la droga desde la carga en alta mar.

La Policía Nacional llevaba ya tres años tras el velero que los GEO asaltaron en el Atlántico cuando transportaba hacia la península 550 kilos de cocaína, en una operación que ha resultado tan larga y laboriosa, que sus propios responsables bautizaron como Martirium.

El patrullero de la Armada Rayo descargó en el Arsenal militar de Las Palmas el alijo de cocaína intervenido por los GEO el 29 de noviembre a 500 millas náuticas de Canarias (926 kilómetros), en un golpe al tráfico de drogas que se saldó con la detención de los dos tripulantes del velero Tritón 2000, ‘Ismael’ y su socio francés.

En su día, la Policía aseguró que, en el momento del asalto, uno de los tripulantes del velero intentó manipular el motor para quemar la embarcación y con ella la droga, escondida tras falsas paredes en los camarotes.

 

La Policía apila la droga en el puerto de Las Palmas
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