Los domingos, el fútbol; y en este último en particular, desde el balcón. El llamamiento había venido de la Policía Municipal, que animó con sus altavoces y desde el propio club, la Sociedad Deportiva Ponferradina. El objetivo era que los ánimos desbordasen el confinamiento y convertir cada fachada en una colorida grada.
La convocatoria tuvo bastante seguimiento en no poco puntos de la ciudad, donde se lucieron las banderas de la Ponfe y se dejaron ver muchas camisetas blanquiazules en ventanas y balcones.
El jaleo contó con silbatos y gritos, tal y como si, en verdad, se estuviera jugando algún partido importante. O quizá, justamente, porque era así. Y porque vamos a ganarlo.