Las empresas de Castilla y León que exportan a Estados Unidos (EEUU), más de un millar el año pasado, están expectantes ante las decisiones comerciales que pueda adoptar el nuevo presidente Donald Trump en relación a los acuerdos con la Unión Europea (UE) y las posibles medidas proteccionistas arancelarias.
De momento, la incertidumbre es el sentimiento generalizado ante los pasos que pueda dar el polémico mandatario, aunque las fuentes consultadas por Ical, aseguran que las relaciones comerciales que mantienen con el principal mercado consumidor del planeta de momento no se habrían visto alteradas. 2016 será un año récord y cerrará con un volumen de ventas de la Comunidad a los estadounidenses cercanas a los 400 millones de euros.
Sin embargo, el verdadero ‘efecto Trump’ en Castilla y León se empieza a sentir ya a través de los daños colaterales: la devaluación de las monedas de Iberoamérica, especialmente el peso mexicano, que se ha derivado de sus primeras medidas y ya está teniendo impacto directo en las ventas de bienes y servicios de Castilla y León a esos mercados con bajadas generalizadas. Los importadores no pueden pagar por los productos que antes compraban más barato..
El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio, lamenta los pasos que está dando este “auténtico populista, déspota, bravucón y provocador” y entiende que pretende “poner nervioso a todo el mundo, sacarlos de sus casillas y después hacer lo que el quiera”. “Creo que es una estrategia que sigue”, dice, para vaticinar que a corto plazo, incluso a dos años vista, la economía “no se verá dañada”, porque para que cambien las circunstancias y EEUU adopte sus medidas proteccionistas, deberá contar con el apoyo de las cámaras legislativas de su país, “no lo tendrá fácil”, y al final “tendrá que aplicar la lógica empresarial”.
Aparicio augura también que Donald Trump deberá enfrentarse a la ciudadanía de su país, que asume el 30 por ciento de las transacciones comerciales mundiales y es un destino “muy interesante para todos” porque son “grandes consumidores, de gran poder adquisitivo y que aprecian todo los bueno”. “Cuando la gente empiece a ver que no puede comprar lo que quiere por la imposición de superaranceles, a ver si no cambia de postura”, comenta.
“Si logra cerrar EEUU y el resto se une, puede pasarlo muy mal y llevar a su país a un gran deterioro económico”, algo que, insiste, no permitirán sus cámaras. “Tenemos que estar tranquilos en esa parte”, expone, aunque advierte de que “hay que estar precavido ante la situación que pueda venir si este hombre sigue con su locura proteccionista”.
En este contexto, incide en que hay que ser cautos e ir tomando decisiones a futuro y expone que las empresas con larga tradición en EEUU, debería empezar a plantearse en cooperación con las cámaras hispanas allí presentes constituir allí actividades. ”Como allí valoran mucho que sea de casa, aunque el dueño sea extranjero, le puede beneficiar para introducir sus productos, sin esos aranceles”, indica. Asimismo, aboga por la creación de consorcios entre las empresas que exportan a EEUU para trasladar allí los productos de forma conjunta en los mismos contenedores y abaratar así los costes logísticos. “Son medidas que no hay que desechar y tener en cuenta”.
Prudencia expectante
Gerardo Gutiérrez, miembro del consejo de administración de Amri, multinacional norteamericana en la que en 2015 se integró Gadea Grupo Farmacéutico, sociedad fundada por él en 1991 y que cuenta con más de 300 empleados repartidos en León, San Cristóbal de Entreviñas (Zamora) y Boecillo (Valladolid), aunque también tiene presencia en Malta y en China, recalca que el efecto inicial con la llegada de Donald Trump es la “incertidumbre” del comercio a nivel mundial. “Eso en términos generales no gusta y se debe tomar con absoluta prevención”, dijo.
Gutiérez asegura que en su compañía, de momento no se ha notado la ola Trump, en sus exportaciones a EEUU, pero están a la espera. Indica que Amri ya analizó en su momento, las políticas proteccionistas y rechazan el catastrofismo. “No percibimos que a corto plazo generará problemas gordos en el comercio entre los dos países, lo que no quiere decir que no pase a futuro”, afirma.
De la misma opinión son los responsables de internacionalizción de Grupo Matarromera, que preside Carlos Moro, una de las principales bodegas exportadoras de la Comunidad, quienes reconocen que de momento no han notado nada el efecto Trump, en sus ventas en EEUU. “Si es cierto que nuestros importadores están a la expectativa, a ver como renegocia el tratado de libre comercio y cómo evolucionan los aranceles”, destacan, para aseverar que sus “previsiones para 2017 se mantiene exactamente igual, con una estimación de crecimiento”. “Hay que ser prudentes y mantenerse a la expectativa hasta ver cómo se afronta la negociación de tratado de libre comercio”, resumen.
Un gran asustador
A corto plazo, sin embargo, las empresas si reconocen los efectos perniciosos de los anuncios y los primeros pasos de Donald Trump sobre las economías de su entorno Iberoamericano. Santiago Aparicio señala que las relaciones si se pueden ver perjudicadas por el impacto de los anuncios del presidente americano en los países de la zona, sobre todo México. Al respecto, manifiesta que el país azteca, “era un trampolín de muchas empresaspara posicionar sus productos directamente en EEUU”, algo que puede cambiar radicalmente si se rompen los tratados de libre comercio.
Gerardo Gutiérrez asegura que las divisas de los países de Iberoamérica de momento han sufrido ante la incertidumbre, pero espera que haya “suficiente cordura y acabe cuanto antes para que el comercio mundial se recupere”. “No entiendo un comercio con barreras arancelarias; Trump es un gran asustador que siempre acaba negociando, pero ya veremos”, advierte.
El alto ejecutivo constata que las intenciones proteccionistas del nuevo mandatario de EEUU, no constituyen una buena noticia, porque provocan que la economía “se resienta en términos generales, se ralentice y se paren las decisiones inversión”. “Deseo que esto no sea más que un amago, porque levantar barreras al comercio mundial poco contribuirá al desarrollo económico y social en la población de todo el mundo”, argumenta.
Gutiérrez reconoce que la globalizción provoca efectos perniciosos que es preciso denostar pero también ha permitido que miles de millones de personas hayan salido de la extrema pobreza. “Confío en que EEUU tiene mecanismos correctores suficientes para lidiar con esto de forma solvente, y que todo sea un mal anuncio, porque si se convierte en realidad, será un desastre global”, sentencia.
Los responsables de Grupo Matarromera también indican que si se “empieza a notar” el efecto Trump en el flujo comercial con ciertos destinos de Iberoamérica, como México, “muy condicionados por la devaluación de sus monedas ante los anuncios económicos” del presidente estadounidense.
Desde Matarromera corroboraron en el caso mejicano, donde tiene un alto nivel de exportaciones, “el nivel de inquietud es importante en los importadores”, que están pendientes de la devaluación de su moneda, el peso, que “si ya el año pasado fue importante, con Trump se ha disparado en días entre el 13 y el14 por ciento”, con el consecuente desplome del poder adquisitivo.
Los datos
Las cifras que maneja el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad reflejan un año récord en las relaciones comerciales entre la Comunidad y EEUU; pero también constatan que las relaciones con los países latinoamericanos se deterioran. En concreto, un total de 1.161 empresas, el doble que hace una década, exportaron a EEUU hasta noviembre de 2016, por 354,51 millones de euros, lo que supone multiplicar por seis la cuantía de hace diez años; y un crecimiento del 56,7 por ciento respecto a los mismos meses de 2015. Con todo, este mercado apenas representó el 2,2 por ciento del total de la Comunidad.
Por el contrario, las ventas a México, el segundo mercado latinoamericano para Castilla y León, por detrás del brasileño, mermaron entre enero y noviembre del año pasado, un 28,7 por ciento, hasta los 112,4 millones. Asimismo, en un año récord para la Comunidad, las exportaciones de Castilla y León a Brasil hasta noviembre (150,4 millones de euros) descendieron un 15,3 por ciento; a Chile (60,8 millones), un 38,5 por ciento; a Argentina (50,4), un 9,6 por ciento; a Colombia (29,1), un 12,6 por ciento; a Panamá (20,5), un 4,6 por ciento; y a Perú (15,7), un 13,4 por ciento, entre otros. Con todo, el descenso porcentual más significativo en la zona, se produce con Venezuela, con una merma del 59,2 por ciento de las relaciones comerciales con la Comunidad, hasta los 8,9 millones, frente a los 21,9 de 2015.