El desuso del carbón lleva a la mayor caída mundial de emisiones del sector eléctrico desde 1990

Un informe elaborado por Ember asegura que el uso del carbón se derrumbó el año pasado en la UE y en los Estados Unidos
El ciere de las minas en el Bierzo ha favorecido el aumento de los datos del paro a nivel regional. / C. Sánchez

Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del sector eléctrico en el mundo descendieron el año pasado un dos por ciento debido a un descenso del tres por ciento en la generación de energía a partir de la quema del carbón, lo que se traduce en las mayores caídas desde al menos 1990. Así se recoge en un informe elaborado por Ember, un laboratorio de ideas independiente dedicado a la transición climática hacia una generación de energía más limpia.

El informe indica que el uso del carbón se derrumbó el año pasado en la UE y en los Estados Unidos, pero la queda de este combustible fósil para generar electricidad aumentó en China, país que por primera vez fue responsable de más de la mitad de la generación mundial de carbón.

Los datos muestran que la caída del carbón todavía no es la ‘nueva normalidad’, lo que significa que limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados respecto a la era preindustrial -objetivo recogido en el Acuerdo de París- parece extremadamente difícil.

La caída del carbón en 2019 se basó en muchos factores únicos y se está avanzando en la reducción de la generación de este combustible fósil, pero a un ritmo insuficiente para limitar el cambio climático, según el informe.

La generación eólica y solar aumentó el año pasado un 15 por ciento y generó un ocho por ciento de la electricidad mundial. El informe indica que se necesita una tasa de crecimiento compuesta del 15 por ciento entre la generación eólica y solar cada año para cumplir con el Acuerdo de París. Esto se logró el año pasado, pero mantener esta alta tasa de crecimiento a medida que aumentan los volúmenes requerirá un mayor esfuerzo.

El colapso del carbón en Estados Unidos se vio socavado por un cambio al gas, mientras que la UE pasó del carbón a la energía eólica y la solar. La generación de carbón se derrumbó un 24% en la UE y un 16 por ciento en Estados Unidos, y cayó a la mitad respecto a los niveles de 2007 en ambas regiones.

“El declive global de las emisiones del carbón y del sector eléctrico es una buena noticia para el clima, pero los gobiernos tienen que acelerar drásticamente la transición eléctrica para que la generación mundial de carbón se colapse durante la década de 2020. Cambiar de carbón a gas es simplemente cambiar un combustible fósil por otro. La forma más barata y rápida de terminar con la generación de carbón es a través de un rápido despliegue de energía eólica y solar”, apunta Dave Jones, autor principal del estudio.