El fervor venció al frío en la procesión de El Encuentro entre San Juan, el Nazareno y la Dolorosa esta mañana de Viernes Santo en Ponferrada. En torno a las nueve daba comienzo el cortejo procesional y los pasos salían camino hacia la basílica de La Encina. Lentos, sin prisa, al principio, y más rápido según pasaban las horas y aumentaban las previsiones de lluvia.
Restaban diez minutos para las once cuando la imagen de Jesucristo portando la cruz hacía su presencia en la plaza de La Encina por la calle del Reloj. San Juan venía a su encuentro por Gil y Carrasco y cuando el párroco pronunciaba la frase “¡Corre, Juan, corre! Avisa a María!”, se producía el momento más emotivo de la procesión. Los cofrades portadores de la imagen del discípulo atravesaban corriendo la plaza de La Encina y llegó María, cubierta por un manto oscuro.
En ese instante la emoción era más intensa que los cuatro grados de temperatura que marcaban los termómetros, incluso que el viento gélido que soplaba desde las cimas nevadas de los Aquilianos.
Creo que tenéis un error en la publicación no es la Dolorosa es la Soledad.-