El pasado fin de semana me tocó pronunciar el pregón de las fiestas de mi pueblo, tarea que asumí como no podía ser de otro modo con agrado que se incrementó notoriamente al comprobar que tanto la Junta Vecinal, como la Comisión de Fiestas, se esmeraron mucho en preparar el escenario del discurso. El problema es que-comprensiblemente- el personal que en la plaza estaba esperando el inicio de la ronda de bodegas, saludándose e incluso quizá hablando del “importantísmo” partido de fútbol de esa tarde, no parecía estar muy concentrado en lo que yo decía. Me di cuenta pronto que había que “meter la tijera” y recortar en gran medida la duración del discurso. Seguramente quedó bastante descafeinado. No obstante como lo preparé con esmero y creoo que las ideas contenidas en el mismo son de aplicación general (eliminando o sustituyendo algunas referencias a la localidad), voy a plasmarlas en este artículo.
Además de algunas referencias obligadas al pueblo, a su historia, a la historia de la fiesta y a la vida del Santo Patrón (S. Bernardino de Siena),…… quise transmitir la idea de que como decía un maestro de la escuela de ese pueblo,(en los años 60 del pasado siglo XX), los humanos somos animales racionales, definición esta que está en plena consonancia con las ideas de Darwin. Las enseñanzas de los grandes maestros de la humanidad, como Copérnico, Galileo, Newton, Darwin o Einstein pretenden que los humanos adoptemos una actitud racional, en todas las facetas de la vida, incluida la consecución de metas a menudo muy cotidianas. Las enseñanzas de Benouilli, Darcy, Mannig, Weisbach, Prandt ,… y otros célebres investigadores en el campo de la hidráulica y mecánica de fluidos, sirven por ejemplo para optimizar el abastecimiento de agua que se emplea para el riego de las huertas.
También pretendí citar (aunque fuese fugazmente) dos obras que tienen que ver con la divulgación del conocimiento científico y con la localidad como son el Parque Solar Didáctico y el libro sobre la historia de la localidad.
Quise transmitir la idea de que la historia aunque sea considerada una disciplina de letras, ha de tener una firme base matemática si se quiere que sea objetiva, rigurosa y veraz. Una batalla-por ejemplo- se evalúa entre otros parámetros por el número de combatientes. Asimismo me pareció importante resaltar que sólo ahora en esta etapa concreta de la historia se están dando en nuestros pueblos las condiciones necesarias y suficientes para que aparezcan-como así es- libros con su historia ajustada a la verdad. Hasta ahora la realidad y la ficción han estado siempre mezcladas y un buen ejemplo es la historia del Señor de Bembibre,…..tal y como la cuenta la novela de Gil y Carrasco. Pretendí explicar los motivos por los cuales, hasta ahora y durante muchos siglos la historia real de nuestros pequeños pueblos ha sido totalmente desconocida y sustituida por leyendas y habladurías muy alejadas de la verdad. Son bien conocidos: marcada ausencia (hasta el siglo XIX) de las escuelas mas elementales, difícil acceso a archivos y bibliotecas, escasa enseñanza de historia, nula o casi nula mentalidad científica, poco tiempo para aprender lo básico (analfabetos a patadas) y por si fuera poco la aplastante influencia de la religión que acaparaba prácticamente en exclusiva toda la actividad intelectual de las personas.
Los muy escasos estudiantes que hace siglos había se encaminaban casi siempre hacia la carrera eclesiástica y si su inquietud intelectual les empuja a escribir, era la religión su tema preferido. Uno de estos casos se dio precisamente en Castropodame en el siglo XVII. Se trató de un predicador que aunque estuvo lejos (en la ciudad de Valladolid); retorno al pueblo donde nació ya siendo un cura importante y mantuvo con los vecinos del lugar una muy cordial relación según parece, hasta el punto de indicar con detalle en un libro que publicó y en su portada su lugar de nacimiento, aunque el libro es una larguísima disertación sobre temas religiosos. Aún se conserva en el pueblo un retablo regalado por este sacerdote en el año 1682. Un letrero bastante visible así lo expresa, aunque me temo que pese llevar varios siglos escrito la mayor parte del vecindario tanto el actual como el de siglos atrás, jamás se ha acercado a leerlo. Cabe añadir que muchos, muchísimos de los vecinos de siglos atrás, no tuvieron ocasión de aprender a leer en toda su vida.
También me hubiese gustado hablar, aunque fuese fugazmente de los personajes hoy conocidos que fueron célebres y que tuvieron cierta vinculación con el pueblo como, el Conde Encinas (final siglo XIX) o el conocidísimo actor de cine Alfredo Mayo.
Para finalizar la disertación preparada en la que pretendí ensamblar de forma armoniosa y amena, historia, religión, ciencia y aspectos localistas quise incluir una referencia a -como no- otro sacerdote del lugar (Antonio Parragués), que en la segunda mitad del siglo XVI, impulsó importantes reformas en la iglesia de la localidad y en la ermita de san Bernardino de Siena. Claro que no quise pasar por alto una pequeña reprimenda que cabría hacerle a este y a otros muchos de su época y también de épocas posteriores al siglo XVI . La “reprimenda” la justifico en que debido a su nula -por lo que parece- mentalidad científica y sus nulos conocimientos de geología no tuvieron la precaución de emplazar la ermita mas lejos del río Boeza. No imaginaron que como sabe cualquier estudiante de la geología mas elemental el relieve está cambiando paulatinamente con el transcurso de los siglos. El río hoy está peligrosamente cerca de la ermita y amenaza con derruirla.
Lo mas sangrante del tema es que hay constancia documental de que numerosas veces hombres letrados de épocas pasadas-los escribanos- provistos de papel y utensilios de escritura visitaron reiteradamente el entorno dela ermita e incluso anotaron que el río arrancaba algunos mojones situados en sus cercanías lo que era un signo evidente de que la corriente fluvial se estaba (como ahora) aproximando poco a poco a la ermita. Hubiese sido muy fácil hacer un croquis acotado de la situación de hace siglos y ello nos facilitaría a los técnicos actuales un dato valioso para evaluar el ritmo de acercamiento del río,….pero su falta de perspectiva histórica, sus nulos conocimientos de geología, su escasa mentalidad científica, les impidieron hacerlo y ahora nos toca a los presentes “sacar las castañas el fuego”. En definitiva que no actuaron como seres racionales y con cocimientos que hoy consideramos de lo mas elemental. Su comportamiento no se ajustó al patrón de animales racionales, que citaba el maestro de Castropodame.
Otra de las ideas que barajé al preparar el discurso, era hacer una referencia al hecho de que-en mi opinión- nuestro país, España, se tambalea como los carros que hace algunas décadas transitaban por los malísimos y accidentados caminos de montaña, con riesgo constate de despeñarse. Hace más de 200 años en el entonces pequeño pueblo cercano a Madrid (Móstoles), se dio la voz de alarma ante los peligros que según su alcalde se cernían sobre la Patria debido a la que se consideraba una invasión de las tropas de Napoleón. La nación española hoy también está amenazada, pero sus enemigos no son fuerzas militares extranjeras, si no otras fuerzas que operan desde dentro de España.
Esta idea ya la descarté de antemano pues era de preveer que el personal estaría mucho mas preocupado por los pinchos y el vino de las bodegas, que por los peligros a los que se enfrenta España. Es comprensible, las fiestas no son momentos para pensar en asuntos serios. Pero ahora ya pasó la fiesta y hay que enfrentarse a la triste realidad de una nación, la nuestra, que (lo entenderán bien en los pueblos), es como una oveja rodeada de una manada de lobos. Entiendo que este medio de difusión (Bierzo Digital), si es el cauce adecuada para expresar esta opinión y preocupación mía, que si es preciso podría concretar y detallar mucho mas. Quizá lo haga en alguno de los próximos artículos.