El actual alcalde de Camponaraya y presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, aspira a reeditar la mayoría absoluta de 2019 el próximo 28 de mayo para dar continuidad a su proyecto y no rechaza seguir al frente de la institución provincial si los resultados avalan al PSOE.
¿Qué balance hace de los últimos cuatro años como alcalde de Camponaraya?
Hago un balance positivo, porque revisando estos días el programa electoral, prácticamente lo hemos cumplido en su totalidad. Ha sido para todos los ayuntamientos una situación difícil, porque durante prácticamente dos años hemos tenido que dedicarnos a otras cuestiones que nos exigía la pandemia y no a la propia gestión municipal. Aún así, creo que hemos cumplido con creces, por lo que el balance es muy positivo.
¿Cómo fueron esos casi dos años de la pandemia para un alcalde?
Muy difícil y muy extraño. Primero, porque no sabíamos cómo actuar. Las primeras semanas necesitábamos material y parecía aquello el mercado negro. Era una situación muy desconocida y dedicábamos todo el esfuerzo a ir solventando los problemas que iban surgiendo cada día de desinfección, de compra de material para los trabajadores y también, algo que pusimos en marcha en Camponaraya, la atención a las personas mayores que pudieran estar solos o con problemas de movilidad, a los que hacíamos una atención presencial y telefónica e incluso se les llevaban alimentos o medicamentos a su domicilio para que pudieran hacer una vida normal. Luego teníamos el problema de los colegios, donde había que hacer una desinfección varias veces al día y fue un esfuerzo importante desde el punto de vista económico, pero que fuimos solventando.
Cuando termina la pandemia llega la guerra de Ucrania y el incremento brutal de los precios. Yo siempre digo que hemos podido pagar los gastos de energía eléctrica del municipio porque previamente habíamos hecho el cambio de luminarias y teníamos un ahorro del 75% en el consumo, si no esa partida se nos hubiese quedado muy corta, como ha ocurrido en otros ayuntamientos. Por lo tanto, creo que hemos ido lidiando esa situación tan especial y, desde luego, no nos permitió acometer parte del programa previsto y hemos tenido que agilizar mucho más en este último año y medio. Seguramente algunas cosas están en marcha pero no finalizadas, pero no me preocupa eso, tampoco es cuestión de tener terminadas las obras el día 28 de mayo, lo importante es que las obras sigan su cauce independientemente de lo que pueda pasar el día 28.
¿Cómo fue la salida de la pandemia? Camponaraya es uno de los pocos municipios del Bierzo en los que ha crecido la población después del covid…
Efectivamente, hemos crecido en población, aunque el número no es real desde el punto de vista de que tenemos familias viviendo en Camponaraya que están empadronadas en otros municipios. Hay un factor importante, que es la falta de pediatra en Camponaraya, lo que condiciona a algunas familias a empadronarse en Ponferrada, por lo que las perdemos y también supone no tener cartillas infantiles para reclamar a la Junta de Castilla y León la presencia de un pediatra en el municipio. En cualquier caso, es verdad que hemos crecido lentamente.
Hemos salido de la pandemia teniendo mucha precaución, todavía quedan muchas secuelas, incluso desde el punto de vista psicológico, y hemos ido iniciando las actividades de forma paulatina. Hoy puedo decir que estamos prácticamente al cien por cien de actividad, pero, sobre todo el año pasado, hemos ido con mucho cuidado y teniendo en cuenta cuestiones de seguridad sanitaria, porque nos preocupaban más las personas que tener las actividades al cien por cien. Creo que era obligado ser cautos. También tomamos decisiones para ayudar a los bares de cerrar espacios en la plaza y en el entorno de los bares para facilitar más la convivencia y las terrazas, y eso se ha quedado. Los bares me lo piden así y lo vamos a mantener en el tiempo. También hemos recibido a algún vecino que ha venido a vivir a Camponaraya y está teletrabajando, que es algo positivo que queda de la pandemia. En definitiva, la pandemia marca un antes y después que nos ha enseñado muchas cosas y quizá nunca vuelva a ser todo igual a como fue antes.
Lógicamente, su objetivo es mantener la Alcaldía. ¿Sería un fracaso perder la mayoría absoluta?
Sí, totalmente. El hecho de que yo me vuelva a presentar es porque tengo ganas e ilusión por continuar un proyecto que iniciamos hace ocho años con un equipo que he renovado para esta candidatura, incorporando a gente joven. Creo que hemos hecho las cosas bastante bien y hemos situado a Camponaraya como uno de los municipios de referencia de la provincia de León, por lo que no obtener la mayoría absoluta para mí sería un fracaso absoluto. De ser así, no tendría sentido que yo tuviese presencia en el Ayuntamiento de Camponaraya no siendo alcalde, y lo digo desde la humildad. Eso sería un toque de atención de los vecinos, que me reprocharían el trabajo hecho, y tendría que irme para casa, sería lo justo. Pero yo aspiro a tener una mayoría absoluta holgada como la que tenemos ahora mismo, sobre todo por el trabajo que hemos hecho todo el equipo y tanta gente que nos ayuda: voluntariado, asociaciones, clubes deportivos… que colaboran en la gestión conjunta del municipio. Yo siempre digo que esto es un trabajo de todos y, por lo tanto, una suma de esfuerzos, aunque sea el alcalde el que lidera ese trabajo. Yo opto a una mayoría absoluta abultada y, por lo tanto, no valoro otra cosa, lo demás sería una auténtica catástrofe desde el punto de vista personal y político.
¿Cuáles son, a grandes rasgos, los principales proyectos de su programa?
Para nosotros es muy importante, y venimos trabajando en ello los dos últimos años, la construcción de viviendas. Vamos a poner en marcha un plan de 120 viviendas destinadas a aquellas personas que más lo necesitan. Por supuesto, desde el punto de vista de urbanismo, el cambio en la Ley de Urbanismo de Castilla y León y del Reglamento nos ha creado la necesidad de hacer unas nuevas normas urbanísticas municipales para crear más espacio donde construir, ya que es una demanda que se me presenta todos los días en el Ayuntamiento, y tenemos que acometer esa nueva norma. También quiero que algunas partes de los pueblos sean más dedicadas a las personas que al tráfico de vehículos, queremos hacer espacios de convivencia donde las personas puedan hacer más actividad social o cultural.
Desde el punto de vista cultural propiamente dicho, vamos a poner en marcha en unos meses ese espacio que para nosotros es vital, que es la Casa Ucieda-Osorio y el edificio anexo, la Casa Moruna. A partir de ahí tendremos una actividad museística y cultural de mucho más nivel del que tenemos porque el espacio nos lo va a permitir. Ya estamos iniciando algunas, pero eso va a ser un antes y un después. Sobre todo hay que aprovechar el paso del Camino de Santiago, que tenemos que rentabilizarlo más, y para eso necesitamos un lugar de referencia, que va a ser la Casa Ucieda.
En cuanto a lo social, me preocupan las personas mayores y estamos trabajando en un proyecto piloto que va a ir en consonancia con la apertura del Centro de Día: vamos a hacer atención presencial a las personas mayores en su domicilio, aunque no sea competencia del Ayuntamiento, sino de la Junta, pero entendemos que tenemos que evitar esa gran enfermedad del futuro que es la soledad y que las personas acostumbradas a vivir en el mundo rural en sus domicilios no tengan que irse a una residencia, porque eso acelera su envejecimiento. También habrá actividades grupales para ellos en el Espacio Joven, porque es importante que convivan entre ellos y tengan momentos conjuntos. Es un proyecto que me hace mucha ilusión y va en paralelo al de envejecimiento activo que ya estamos desarrollando.
Vamos a seguir potenciando la actividad deportiva y las instalaciones. Tenemos que mejorar las piscinas municipales después del esfuerzo que hemos hecho en este mandato con el nuevo campo de fútbol 7 y la mejora del campo de fútbol 11.
Asimismo, seguiremos formando gente en las mejores condiciones y ya hemos iniciado, afortunadamente con el paso firme del Gobierno de España, la concentración parcelaria y la modernización de regadíos, y estamos con ese estudio del parque agroalimentario conjuntamente con Ponferrada que espero que sea realidad en este mandato, porque es importante y necesario para el sector tener ese espacio físico, aunque la Junta de Castilla y León no lo considere así, donde se pueda hacer investigación, logística e incluso promoción de los productos.
¿Cuánto hay de deseo y cuánto de posible realidad en ese parque agroalimentario?
Yo creo que es posible llevarlo a efecto. Es un compromiso que desde noviembre de 2017 la Junta de Castilla y León no cumple ni quiere cumplir, y por eso hemos optado por la vía del Gobierno de España para que nos ayude a ponerlo en marcha. Inicialmente vamos a hacer ese estudio, pero yo espero que la Junta reconduzca la situación y nos ayude a llevarlo a cabo. Es necesario para el sector agroalimentario, que tan importante es desde el punto de vista económico para el Bierzo. Yo creo que es vital potenciar ese sector y, por lo tanto, seguramente tendrá que sumarse a los ayuntamientos de Camponaraya y Ponferrada para llevarlo a efecto.
¿Cuál es la situación del polígono industrial? Se habló de la posible llegada de grandes empresas pero no terminó de cuajar ninguna de ellas…
Nuestro polígono industrial es de parcelas pequeñas, de unos mil metros cuadrados, por lo tanto no tenemos espacio físico para albergar una gran empresa. Tenemos en estos momentos sólo 4.000 metros de suelo del Ayuntamiento sin vender y hay algunas parcelas privadas. Si surge alguna empresa que sea de interés y que cree puestos de trabajo, haremos la venta de esas parcelas. Mientras tanto, las estamos reservando. Tenemos la posibilidad de ampliar un poco el suelo industrial y eso va a ir en esas nuevas normas urbanísticas, pero ya no nos queda mucho más espacio para crecer, salvo que podamos llevar a efecto ese proyecto tan deseado con el municipio de Carracedelo, que es lo que denominamos la “zona lineal comercial” a ambos lados de la N-6. Pero desde el punto de vista técnico y jurídico parece ser que el Ministerio no lo permite, porque tendríamos que hacernos cargo de la propia N-6 y por lo tanto es algo que está ahí, pero que no es prioritario ahora mismo.
Como cargo relevante del PSOE que es, se ha dicho que ha metido mucha mano en varias listas del Bierzo para estas elecciones. ¿Hasta qué punto es así?
Bueno, yo no mando tanto como dicen, pero tampoco me escondo cuando tengo que opinar. Yo creo que se han tomado las decisiones correctas para el Partido Socialista y para los bercianos y bercianas de esos municipios afectados. En algún caso han sido las normas del partido las que han puesto las condiciones para seguir trabajando. En otro municipio hay un alcalde que ha incumplido todas las normas, ya no sólo del partido, sino de la lealtad y la honestidad desde el primer día de mandato, cuando cambió la lista en el último minuto engañando a las personas que habían firmado la aceptación. Desde entonces ha sido todo un despropósito y no tiene encaje como representante del PSOE. Además hay que evolucionar y mejorar, y hemos conseguido una lista muy joven, con mucho futuro para ese municipio, que lo necesita.
En el otro caso, lo que no puedes decir es que te vas y, cuando prácticamente te has ido le dices al sustituto cómo tienes que hacer la lista y si no haces la lista que yo te digo, entonces me enfado y vuelvo yo y os veto a todos. Yo creo que esa no es forma de proceder y lo que ha conseguido es enfadar a compañeros y compañeras que han optado por hacer otra candidatura. Yo avalo todas las candidaturas del partido judicial de Ponferrada y de toda la provincia, y creo que hemos hecho las mejores candidaturas y vamos a obtener unos resultados magníficos, mejores que los de 2019, que fueron muy buenos para el PSOE. Repito, como nunca me escondo, a veces puedo ser el objeto de esos dardos, pero tampoco me preocupa, duermo muy bien y tengo la conciencia muy tranquila porque creo que hemos hecho lo mejor para los vecinos y vecinas de esos municipios.
Esos resultados de 2019 le dieron la Diputación al PSOE y a usted la presidencia provincial. ¿Cómo ha sido compaginar ese cargo con el de alcalde de Camponaraya?
Es un esfuerzo mayor para mí y para los compañeros del Ayuntamiento. Tengo un equipo que me ha ayudado mucho a llevar la gestión municipal. La Diputación es un esfuerzo añadido porque es un macroayuntamiento, no difiere mucho en su gestión y no me ha sorprendido porque ya llevaba ocho años en la oposición. Es mucha cantidad de trabajo pero yo nunca me he negado a dedicarle más tiempo y más horas, porque sabía que lo tenía que hacer, y jamás he perdido la perspectiva de que primero soy alcalde de Camponaraya. Conozco todos los asuntos que pasan en el Ayuntamiento, estoy al día de todo lo que ocurre en mi municipio y todas las decisiones son colegiadas en el equipo de concejales, pero las conozco de primera mano. Estoy en contacto permanente con ellos y con los funcionarios y además, salvo raras excepciones como estar de viaje fuera de la provincia, procuro venir todos los días a dormir a mi casa a Camponaraya y eso me permite tener contacto con los ciudadanos. En muchas ocasiones o bien con una llamada o con un vecino esperando a la puerta de mi casa, en el Ayuntamiento o tomando un café, tengo contacto diario con la gente. Me ha permitido tener una experiencia única que agradezco al PSOE y a los compañeros y compañeras que me han permitido ser presidente de la Diputación Provincial, pero sin perder la referencia de que primero soy alcalde de Camponaraya y quiero seguir siendo alcalde de Camponaraya. Voy a seguir trabajando por los vecinos y vecinas de Camponaraya como lo he hecho durante estos cuatro años.
¿Repetiría como presidente si se diera el caso?
El secretario general ha dicho que si el PSOE gobierna la Diputación yo seré el candidato. Estoy dispuesto a serlo, pero no me quita el sueño, ahora mismo estoy centrado en rematar algunos de los asuntos que tenemos en marcha en la Diputación, pero pienso en la campaña en Camponaraya y en seguir con el trabajo que iniciamos hace ocho años, que necesita una continuidad para culminar esos proyectos que van a poner al municipio como un referente en la comarca y la provincia. Ya veremos lo que pasa a partir del 28 de mayo, pero repito: aunque parece ser que sería yo el candidato del PSOE a la presidencia de la Diputación, en estos momentos es algo que no me lleva más tiempo del justo. Que decidan los ciudadanos y ciudadanas.
El clientelismo en el caciquismo es un instrumento de fraude y corrupción cuando se usan los recursos PÚBLICOS en favor de intereses individuales usados como herramienta al servicio del tráfico de mates afluencias resultando en una distribución de los recursos públicos en favor de unos pocos, lo cual chica frontalmente con los parámetros éticos de una sociedad avanzada. Qué tiene de democrático controlar la contratación pública, concesiones administrativas, asignación de cargos,incorporación de personal al margen de procesos de igualdad, mérito, capacidad..? Esta forma de ejercer el poder acaba destruyendo las relaciones interpersonales y convierten los pueblos en cortijos donde solo prosperan el cacique y sus seguidores que son a su vez sus servidores fieles y acríticos.
Acaba usted de describir a la psoe. Pero es que además en el caso de este hay – untamiento esta publicado desde hace tiempo montones de datos personales en internet denuncias de corrupcion y otros (foros y blog) (buscar en internet por corrupcion camponaraya) y todavia no he visto a nadie que se haga responsable o que explique porque están esos datos ahí … Si aquí todo vale y a los vo”tontos” les da todo igual… luego que nadie se queje ni le parezca extraño que esto cada día se parezca mas a una república bananera que a un país serio, o que gran parte de sus ingresos son saqueados para pagar los chiringuitos y pesebres donde colocar a los “amigos” que de esto aquí también saben mucho.