Internet lo ha vuelto ha hacer: ¿el qué? Pues todavía no se sabe muy bien cómo llamarle ni cuáles son los conceptos o categorías bajo las que agrupar algunos fenómenos (los llamados ‘virales’) que acontecen en la red de redes y trascienden sus gigabytes. Es el caso de un Tiktok que en las últimas semanas está revolucionando las academias de baile (y su versión amateur, los patios de colegio) y desconcertando a muchos aficionados a las series.
Y es que si ya de por sí el estreno en la plataforma Netflix de la serie ‘Miércoles’ (la joven perteneciente a la creepy Familia Adams) arrastró a fans de la saga y a muchos otros nuevos, en los últimos días se han visto involucrados los fans de Lady Gagá, que han visto revivir uno de los temazos de la polifacética artista, el cual, sin contarse entre sus más conocidos hasta la fecha, es ahora la canción, si hubiera tal cosa, de las Navidades.
Todo comienza en una escena de baile del cuarto capítulo de la serie Miércoles, emitida por Netflix. Esta serie es una especie de spin-off, expresión que se utiliza para hablar de una “serie derivada” —algunos han preferido traducirlo por “esqueje”—. Es decir: la serie se centra en un personaje de una saga, en este caso la joven Miércoles, de la familia Adams, que ahora ha madurado y se enfrenta al universo de problemas de cualquier adolescente común… o no.
Dicha escena de baile fue editada por usuarios de la red Tiktok, recortando algunos de los pasos y cambiándole la música. La canción elegida también fue editada. Se trata de Bloody Mary, que fue lanzada por Lady Gagá (el original) en 2011. El resultado (la escena de baile editada con la música editada) fue todo un éxito en la Tiktok, que es una red social cuyo punto fuerte es poner de moda (viralizar) coreografías.
El salto de Netflix (y de 2011) al universo internet pilló por sorpresa a algunos aficionados a la serie, fans de Lady Gaga y usuarios que intentaban encontrar la versión de la canción (que no existe, por ahora, fuera de las redes sociales). El nuevo producto, que resulta de la edición de la escena de un spin-off al que se le cambia la música, también editada, es ya una de esas joyas que el ecosistema de las redes sociales de internet ha sido capaz de crear de forma endémica. Y que a pesar de su escalonada y posmoderna línea de producción, acaba recabando en aquella certeza antropológica ancestral, a saber: que la verdad de la música es la danza.