M. Lorenzo/EBD
La Deportiva ha manifestado este viernes sus condolencias por el fallecimiento del que fuera presidente del club blanquazul, Feliciano González Argárate, así como el pésame del consejo de administración, empleados, cuerpo técnico y jugadores a su familia y amigos.
Feliciano González Argárate estuvo al frente de la directiva de la Ponferradina durante trece años, en tres etapas diferentes. En la primera etapa tomó las riendas del club en la temporada 1961-62, sucediendo a Antonio Fernández Gringo, con el equipo en Tercera División, y permaneció en el cargo hasta el final de la campaña 1963-64.
Volvió en la campaña 1966-67, sustituyendo a Manuel García Granero, y esta vez estuvo dirigiendo los destinos blanquiazules hasta el término de la temporada 1971-72, dejando al equipo en la misma categoría. Le relevó Antonio Domínguez Laredo, que solo permaneció una temporada antes de dar paso a José María Agudo Yáñez 1973-78.
En su tercera etapa presidencial, Feliciano González (muy conocido en la ciudad por su actividad comercial en el negocio de iluminación que regentó durante décadas), volvió a coger el timón en la campaña 1979-80, manteniéndose tres temporadas, todas ellas en Tercera División, hasta que pasó a ocupar el cargo Porfirio Fernández Rodríguez.
El fallecimiento de Feliciano González Argárate a los 100 años de edad en Madrid, supone una triste noticia para la familia blanquiazul, dado que se trata de una persona que en sus etapas de presidente realizó una gran labor, a pesar del poco tiempo del que disponía debido a tener que llevar también su establecimiento de electricidad, pero el cariño que sentía por la Ponferradina le hacía no negarse a estar al frente del club.
Todavía tenemos grabada en la retina la imagen de él cuando la Deportiva fue eliminada por el Erandio en el campo de Fuentesnuevas en la fase de ascenso, campo éste que estaba ese día hasta la bandera, y que al termino del partido en su despacho del campo le preguntamos que como se encontraba, y que casi no pudo contestar por la tristeza y decepción que le supuso esa derrota. Descansa en paz, Feliciano.
