Nicolás Castellanos, quien renunció a su puesto como obispo de Palencia en 1991 para dedicarse a la misión humanitaria en Bolivia, ha fallecido a los 90 años en este país sudamericano. Castellanos, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998 y Premio Castilla y León de Valores Humanos en 2002, sufrió recientemente un ictus y no logró superar la operación que siguió.
Su renuncia al ministerio eclesiástico marcó el inicio de una vida entregada a los más necesitados. Junto a un grupo de sacerdotes y laicos, fundó el ‘Proyecto de Hombres Nuevos’ en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, para mejorar las condiciones de vida en los barrios indígenas a través de programas de atención a mujeres y niños, y la construcción de comedores, colegios y viviendas. Su legado de dedicación y justicia social perdurará en el tiempo.
