PREMIOS MUJER 2024

Graciano Palomo: “Iván Redondo tomaba todas las decisiones y apartó incluso a los ministros”

El último libro de Palomo, 'Iván Redondo. El manipulador de emociones', se ha convertido un best-seller y alcanza su tercera edición
Graciano Palomo
El periodista Graciano Palomo presenta en Ávila su libro ‘La larga marcha. De Rajoy a Casado’. / R. Muñoz-Martín

El periodista y escritor Graciano Palomo presenta su último libro, Iván Redondo. El manipulador de emociones, que se ha convertido en un auténtico best-seller tras alcanzar su tercera edición después de publicarse el pasado mes de junio. Este es el decimosexto libro de Graciano Palomo y muchos de ellos se han constituido en referencias esenciales para entender la Transición española y la larga marcha del centro derecha. En la actualidad, Graciano Palomo es comentarista en Antena3 TV y Telemadrid, así como analista en el programa ‘La Brujula’ de Onda Cero. Semanalmente publica en El Confidencial su conocida columna ‘Palo alto’ y escribe con frecuencia grandes reportajes en El Mundo y ABC.

¿Quién es Iván Redondo?

Se trata de un tipo normal, trabajador, ambicioso, leído, pero que al final se creyó que era de verdad. Ha terminado por creerse que es un “genio” sin paliativos y no se percató cuando estaba en el culmen de su fama que no era otra cosa que un simple “empleado” al albur de la voluntad del comandante en jefe. Estos últimos meses ha descubierto también que es un gran farsante. Antepone la “imagen” por encima de la verdad y la realidad.

¿Qué significó su paso por Moncloa?

Significó mucho. Porque consiguió que Pedro Sánchez recuperara la secretaria general del PSOE y que poco tiempo después alcanzara la presidencia del gobierno mediante una moción de censura “anti natura”. Fue Iván Redondo quien convence finalmente a Sánchez de ir directamente a por Rajoy cuando el candidato a la jefatura del gobierno no estaba convencido de que fuera lo mejor y mucho menos que la moción tuviera algún éxito. Ahí empezó su ascenso fulminante. En Moncloa, con gran habilidad y hasta descaro democrático, Redondo sin cambiar una coma de la Constitución, cambió abruptamente la estructura de poder gubernamental establecido constitucionalmente. Hasta tal punto de convertir al presidente del Gobierno en una especie de jefe de estado bis y al jefe del gabinete, es decir, a sí mismo, en primer ministro efectivo. Él tomaba todas las decisiones y apartó a todo el mundo, incluidos los ministros, del comandante en jefe.

Razón última del cese…

Fueron varios los motivos. En primer lugar, no había informado al Presidente de que había cobrado 207.097 euros de Luis Bárcenas, tal y como mi libro descubre. Esto molestó mucho no sólo a Sánchez sino también a la alta dirección del Partido Socialista. Luego, viene el tema de que se había explicitado entre la opinión publicada de que el auténtico jefe del Gobierno era Redondo y esto molestó extraordinariamente a Sánchez. Y en tercer lugar, porque los muchos y poderosos enemigos en el PSOE y en el Gobierno que se había creado por su afición a desplazar a todo el mundo se movilizaron ante Pedro Sánchez para que lo fulminara. Es lo que ocurrió.

¿Podría ser asesor de Pablo Casado si este es presidente?

Definitivamente, no. En el actual Partido Popular no quieren ni oir hablar de él. Sobre todo, cuando han comprobado que tras su despido de Moncloa se ha dedicado ha hablar mal de sus antiguos jefes.

Alcantarillas del poder.

Fundamentalmente, que cada uno va a lo suyo. En ocasiones (numerosas) se olvidan que están para servir al pueblo que les paga y no a ellos mismos. El PSOE de Pedro Sánchez está demostrando que lo único que le interesa es mantenerse en el poder y para ello se alinea con quien sea con tal de conseguir mantenerse en el machito. En cuanto a los dirigentes del Partido  Popular, creo que están subidos en la susuki en busca de recuperar el poder y esa ansía les hace desvariar en determinadas ocasiones. En ambos casos, como en el resto de los partidos, se nota también lo mismo. El problema es que el actual sistema de fragmentación de voto conduce al país, que todavía es la cuarta potencia de la Unión Europea, a una “balcanización” muy, muy  peligrosa.

Los políticos, ¿dan juego para escribir libros?

Pues como siempre a lo largo de la Historia y en todos los lugares. Yo siempre intento escribir libros con transcendencia histórica. En La larga marcha se describen acontecimientos con información privilegiada y desconocida de un hecho transcendente: el cambio abrupto mediante una moción de censura (bastante “fake”) del poder en España y a partir de ahí España toma un camino abrupto  rumbo a lo desconocido. En el libro Iván Redondo. El manipulador de emociones, también se dan circunstancias a tener cuenta de cara a escribir dentro de un siglo la historia de estos momentos. Un hombre que cambió también abruptamente el poder constitucional del país.

¿Redondo es el gurú de la política de izquierda y Pedro Arriola de la derecha….?

Es el mundo al revés. Pedro Arriola que estuvo 30 años dirigiendo la estrategia del PP es mucho más de izquierdas que Redondo, que en el fondo era un carlistón/jesuítico. Son dos gurús completamente diferentes. A Arriola le interesa el dinero enorme que ganaba y a Redondo también. Pero este buscó además la gloria y el oropel. Hay una gran diferencia entre ambos. Arriola es mucho más serio y leído; Redondo mucho más superficial y también mucho más gesticulante.

¿Algún otro libro en perspectiva?

Estoy viendo y estudiándolo con mi editora, Ymelda Navajo. Me gustaría escribir un gran libro sobre la reciente historia de los servicios secretos españoles, aunque ya se ha escrito mucho. En breve lo decidiré.

Graciano Palomo