¿Cree en los ritos y leyendas?. Pues empiece, papel y boli en mano, a hacer la lista de esos malos espíritus que andan rondando la atmósfera y le impiden conseguir sus objetivos.
En medio de tanta charcutería, es decir, de tantos chorizos como aparecen por doquier, uno tiende a pensar que ya no queda gente honrada, que todo el mundo es corrupto.