La portavoz del Instituto de Estudios Cabreireses (IEC), Nancy Prada, criticó con dureza en un comunicado el desprecio de la Junta de Castilla y León hacia los estudios realizados por su institución en los canales romanos de Las Médulas, señalando que “la Dirección General de Patrimonio gasta 110.000 euros para conocer lo que hace 80 años ya se enseñaba en las escuelas de la Cabrera y hoy está disponible en la red”.
Prada recuerda que en 2004 se lograron cartografiar por primera vez los canales y en 2005 el Consejo Comarcal del Bierzo promovió una solicitud de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para la totalidad de la red hidráulica de Las Médulas, una solicitud que apoyaron los ayuntamientos de Truchas, Castrillo de Cabrera, Encinedo, Carucedo, Benuza y Ponferrada, así como el Instituto de Estudios Bercianos y diversas asociaciones.
A pesar de ello, Nancy Prada apunta que el pasado 23 de diciembre la Consejería de Cultura aprobó una subvención directa de 110.000 euros para el estudio de los canales y su integración en la Zona Arqueológica de Las Médulas a cargo del CSIC, “entidad que ha estado ampliamente vinculada al estudio y valorización de Las Médulas, pero no así de sus canales, que el personal de su Instituto de Historia ha despreciado reiteradamente, llegando a afirmar en 2002 que es prácticamente imposible reconstuir su trazado completo e ignorando deliberadamente la existencia en Llamas de Cabrera del mayor complejo de minería aurífera romana subterránea de España”, del que el IEC ha promovido su puesta en valor y difusión.
“La Dirección General de Patrimonio, ignorando la cartografía real de los canales, se ha limitado a la protección de una ínfima parte de la red hidráulica de abastecimiento de Las Médulas, definiéndose tan solo una zona de sensibilidad ambiental en base a una delimitación obsoleta aportada por el CSIC en el año 2000”, insiste Prada, recordando que “la realidad de los canales se enseñaba ya en las escuelas de La Baña hace al menos 80 años, explicando a los jóvenes cabreireses que había un canal que partía por debajo del lago para llevar el agua a Las Médulas. Para saberlo, sólo hay que ir al terreno y preguntar a los naturales”.