Javier Santiago (Santa Cruz del Sil, 1978), periodista y actual jefe de prensa de la Ponferradina, presenta este martes en la inauguración de la Feria del Libro de Ponferrada el primer tomo de Historia de la Ponferradina, el libro que el club le ha encomendado como parte de las celebraciones del Centenario y que ha supuesto una ingente tarea de investigación para recuperar los capítulos perdidos de los primeros años de vida de la Deportiva y del fútbol en Ponferrada. Este primer tomo de los tres que componen la obra abarca hasta 1958, año en el que la Ponferradina se proclamó campeona de Tercera División.
Además de lo obvio del título, ¿qué nos vamos a encontrar en esta Historia de la Ponferradina?
La idea ha sido recopilar lo más a fondo posible toda la información, en este caso de los primeros años de la historia del club, tratando por un lado de reunir todos los datos estadísticos posibles y por otro acompañándolo de esas pequeñas historias que completan la gran historia de la Deportiva. Tenemos todo lo que ha sido posible encontrar en cuanto a partidos, competiciones oficiales, jugadores y demás, y luego esos pequeños detalles que han configurado la personalidad de la Ponferradina.
De hecho, el libro arranca antes de la fundación del club…
Sí, porque aparte de contar la historia del club también hemos tratado de recopilar todo lo posible de lo que podríamos llamar la prehistoria de la Deportiva: la llegada del fútbol a la ciudad, los primeros pasos y los antecedentes que fueron dando forma a lo que luego se convirtió en un proyecto oficial ese 7 de junio de 1922.
¿Cuándo nace la idea de hacer esta Historia de la Ponferradina?
Antes de llegar a eso, desde que empecé a trabajar en el club empecé a revisar la documentación que se conserva en el archivo de la Deportiva y a bucear en hemerotecas, simplemente con el afán de ir poniendo en orden lo que había y ver nuevas cosas. Luego, a medida que se va acercando el Centenario eso ya va tomando forma y el trabajo previo se va encaminando más a este proyecto porque obviamente es el momento de volver la vista atrás y poner en valor la historia del club.
Seguro que no ha sido fácil, especialmente a la hora de buscar esos primeros años…
Es un trabajo complejo porque hay poca información y a veces esa información es contradictoria. Todo esto hay que unirlo a que este trabajo se hace a la vez que las labores del día a día del club, entonces se trata de ir tirando de pequeños hilos para llegar a conseguir datos a la vez que estiras los días para conseguir tiempo para poner todo eso en orden.
¿Este libro complementa o amplía los existentes de Cruz Vega y Ramón Díez y Francisco Roberto Otero?
Ahora ha sido posible acceder a documentación que antes era más difícil de encontrar y también material que había en el club que no había sido sistematizado, por así decirlo, a nivel histórico, pero desde luego las bases de la historia del club están sentadas en esas dos investigaciones. Sí que es verdad que ha sido posible encontrar información nueva y precisar algunos datos. Por ejemplo, en cuanto a la historia de esos primeros años sí que ha aparecido alguna cosa nueva que ha permitido adelantar alguna fecha, como el primer partido del que se tiene referencia que se disputó aquí, que no quiere decir que fuese el primero, sino la mención más antigua a un partido en Ponferrada, que data de 1907, un año antes de lo que se conocía anteriormente.
Hablamos de un fútbol distinto, el que se practicaba a principios del siglo XX, supongo que con muchas curiosidades para el aficionado de hoy en día.
Si se mira aquel fútbol con los ojos de ahora es un mundo completamente distinto, empezando por las imágenes, que es una de las cosas de más valor que tiene el libro. La propia estampa de los equipos y de los jugadores ya te habla de otra época. También hemos podido encontrar información de algunos de los pioneros del fútbol en el Bierzo. Hay un personaje al que le dedico un capítulo que es ‘Chales’, un jugador que tenía su prestigio en Madrid jugando el Campeonato Regional contra el Real Madrid o el Atlético, que recala en Ponferrada y supone traer un fútbol más evolucionado aquí. Estuvo poco tiempo, pero dejó huella. También me ha gustado acercarme a aquellos jugadores que los más veteranos tuvieron ocasión de ver y los más jóvenes no, como Pin Cuesta, Covarrubias, Escobar… futbolistas que todos los aficionados de la Deportiva hemos oído hablar de ellos y les hemos puesto un poco más el foco para ver la trascendencia que tuvieron en el equipo. Aparte de esos grandes jugadores, siempre me gusta fijarme en otros que a lo mejor han tenido menos recorrido pero que, por lo que fuera, han tenido algún detalle peculiar. Por ejemplo, no conocía a un futbolista canario llamado Baute, que jugó en los años 40 y las crónicas hablan de él como el típico jugador anárquico e indisciplinado en todos los sentidos, pero brillante. De hecho, alguna crónica habla de que el entrenador iba a dejar de alinearle porque tenía demasiado vicio por el regate. Hay muchas pequeñas historias muy interesantes para los aficionados al fútbol y a la Deportiva.
En esas crónicas también habrá joyas a nivel periodístico…
Gran parte de la base de este trabajo viene de bucear en hemerotecas y la verdad es que te encuentras periodistas o narradores deportivos de muchísima calidad literaria, algunos muy apasionados y algunos demasiado apasionados (risas), con el matiz de que muchas crónicas de las que aparecen están narradas desde el punto de vista del rival, porque no se conserva mucho material periodístico de aquí y porque los archivos ahora te permtien llegar a puntos de vista diferentes. La verdad es que hay relatos muy divertidos y algunos se reproducen en el libro. Vemos cosas que se mantienen ahora, como las polémicas con los arbitrajes o los derbis calientes, que además están presentes desde muy pronto. En seguida se palpa la rivalidad de los derbis, las tensiones con los árbitros y, sobre todo, el ambiente muy apasionado en torno al fútbol que en Ponferrada se vivía en el campo de Santa Marta.
¿En esta obra pesa más su faceta periodística, de hombre de club o de aficionado de la Ponferradina?
Hablábamos antes de las dificultades que plantea un trabajo de este tipo, pero al final estás trabajando con un material que apasiona, y por ahí es un disfrute. Tanto como periodista como con esta labor de, entre comillas, historiador, también viene bien ese punto de pasión, que debe ser honesta y no te debe cegar, pero yo creo que todos los que nos dedicamos a escribir sobre la Ponferradina y a contar su actualidad tenemos nuestro punto de que antes fuimos aficionados, lo somos y lo seguiremos siendo, eso está por encima de todo.
¿Qué veremos en los dos tomos que faltan?
El segundo tomo abarcará desde 1958, que es donde termina éste, hasta 2006, poniendo la línea de corte en el primer ascenso a Segunda, que es el gran hito histórico, y el tercero irá desde ahí hasta recoger un álbum resumen de los actos del Centenario.
Como colofón a este trabajo, ¿qué supone para usted presentarlo en la Feria del Libro de Ponferrada?
Me hace especial ilusión como visitante asiduo de las ferias del libro, y más teniendo en cuenta que es el momento de recuperarla después de estos años tan duros que hemos tenido. Estar ahí, viendo los libros en la calle, además en un escenario como la plaza del Ayuntamiento, aportando nuestro granito de arena desde la Ponferradina y compartiendo la celebración del Centenario con esta celebración de la Feria del Libro lo convierte en un momento muy especial.