El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Juan Pablo Álvarez, anunció hoy unas previsiones para los 88 días que durará el invierno hasta el próximo 23 de marzo basadas en temperaturas por encima de lo normal para esta época, junto a precipitaciones de lluvia y nieve escasas en general. “La probabilidad para los meses estacionales de enero, febrero y marzo muestra unos valores termométricos superiores a los normales, como ya ha ocurrido en otoño”, precisó.
En cuanto a las precipitaciones, ocurrirá como en los meses precedentes y tendrán un carácter aislado con un déficit de agua generalizado en las zonas de Tierra de Campos. Sobre las previsiones de nieve para el final de diciembre y el inicio de enero en Castilla y León, la Aemt no se mostró demasiado optimista.
“Por ahora en las predicciones de tipo probabilístico que llegan hasta primeros de enero, solo hay un 5 por ciento de posibilidades de que entre un frente por el norte que pueda llegar a zonas elevadas como la estación leonesa de San Isidro. No parece, por tanto, que sean buenas perspectivas para quienes practican el esquí”, señaló Álvarez.
Respecto a las vacaciones navideñas, se prevé que en los días 24, 25 y 26 de diciembre en Castilla y León predomine la existencia de un anticiclón acompañado de nieblas en las primeras horas que irá levantando, junto a heladas débiles al comienzo del día con entre cero y un grado. Luego remontarán las temperaturas en las zonas mesetarias, peso sin llegar a subir mucho y el ambiente general será fresco.
Para la Nochevieja no habrá previsión de nieblas ya que las alejará la existencia de viento, con una muy poco posible llegada de nieve desde el norte de la Comunidad. “Las rachas ventosas pueden llegar a preocupar de madrugada y a primeras horas de la mañana al ser intensas, especialmente en carreteras de la zonas altas de Castilla y León que dan acceso a Cantabria y Asturias, y también en el Sistema Central”, señaló el delegado territorial de la Aemet.
Otoño cálido
En el balance que realizó Juan Pablo Álvarez de septiembre a noviembre se constató que el otoño fue “cálido en general” y los valores termométricos más altos de lo habitual, registrando la séptima temperatura más alta desde 1971. Los 13,3 grados de media en esta estación otoñal suponen el valor más alto en lo que va de siglo XXI en la época otoñal, solo superada en los años 2006, 2009, 2011 y 2014. En cuanto a las mínimas, se situaron en la media.
“El verano ya venía registrando altas temperaturas que se mantuvieron en los primeros días de septiembre con 1,4 grados por encima de lo normal”, explicó, al tiempo que recordó que este otoño se dieron efemérides nunca vistas en forma de temperatura máxima en septiembre con 42,3 grados en Candeleda (Ávila) y en Ponferrada, con 38,7 grados.
Luego en octubre el ambiente fue ya menos cálido con la llegada de un frente frío aunque la temperatura media del mes se sitúó 1,7 grados por encima de la media normal. En la zona mesetaria de Soria se dieron las primeras heladas débiles aisladas y la temperatura más baja, que fue de 5 grados bajo cero, mientras la más alta se produjo en el valle del Tiétar en Ávila, con 31 grados.
En cuanto a noviembre, se inició con temperaturas algo altas para la época, pero al poco llegaron precipitaciones acompañadas de nieve, aunque de poca intensidad, junto a las primeras heladas que se generalizaron en toda la Comunidad. Valladolid tuvo al temperatura más baja con 3,2 grados bajo cero, solo superada en el conjunto nacional por Teruel con 3,5 grados bajo cero. La media del mes fue de 0,3 grados por debajo de lo normal. El inicio de diciembre se presentó muy parecido al conjunto de noviembre en oscilación termométrica, en torno a una media que terminará los 13 grados según la Aemet, y la tónica prevista hasta final de año es que será poco lluvioso.
En cuanto a las precipitaciones otoñales, desde la Aemet se puso de manifiesto que fueron un 25 por ciento inferiores al promedio de Castilla y León de los últimos años. “Lo más importante es el déficit de agua que se acumula en las zonas de Tierra de Campos, ya que las precipitaciones fueron inferiores a los 85 litros por metro cuadrado, mientras que en la Cordillera Cantábrica, Sanabria, Norte de Burgos y sur de Ávila y Salamanca se superaron los 200 litros. En este otoño la lluvia promediada fue de 112 litros en la Comunidad cuando la media está en 144 litros en los años en que más ha llovido ”, afirmó Álvarez.