La berciana Mari Cruz García, premiada en EEUU por su trabajo de recuperación de nitrógeno de los residuos

Nacida en Corullón, lidera desde 2008 la Línea de Tratamiento de Residuos Ganaderos y de la Industria Agroalimentaria del Itacyl
Mari Cruz García
La investigadora berciana Mari Cruz García, junto al consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero / Ical

La investigadora Mari Cruz García, nacida cerca de Corullón y formada en biología en la Universidad de León, que desde 2008 lidera la Línea de Tratamiento de Residuos Ganaderos y de la Industria Agroalimentaria del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), ha recibido el premio FLC Award for Excellence in Technology Transfer 2020, concedido por el Federal Laboratory Consortium de Estados Unidos, entidad que tiene el mandato del Congreso estadounidense para la educación, promoción y facilitación de la transferencia de tecnología a nivel nacional.

El galardón ha premiado su participación junto a Matias Vanotti en el estudio y transferencia de la tecnología de recuperación de nitrógeno amoniacal de los residuos, utilizando membranas permeables a los gases. Se trata de un trabajo que permite capturar el amoniaco almacenado, tanto en aguas residuales como en purines, a través de unas membranas tubulares transpirables, fabricadas con materiales similares al teflón o el goretex. Un ácido diluido se encarga de atrapar ese amoniaco y lo transforma en un fertilizante líquido convencional de alto valor agronómico y económico.

Además del avance tecnológico que este estudio supone para el campo de la investigación agraria, destacaron los beneficios medioambientales que puede generar en un futuro, dado que se puede evitar la emisión de grandes cantidades de amoniaco a la atmósfera, ya que se recupera el nitrógeno contenido en los desechos, que luego se puede emplear como fertilizante en la agricultura.

La tecnología que permite capturar el amoníaco almacenado en residuos y purines ya se ha probado en las instalaciones de una explotación de ganado porcino en Guardo (Palencia), en otra explotación de gallinas camperas en Aldealafuente (Soria) y en una planta de biogás en Juzbado (Salamanca), en todos los casos con resultados positivos y esperanzadores.

Esta tecnología puede recuperar el 98 por ciento del amoníaco de los desechos ganaderos, lo que permite resolver los problemas de excedentes de este gas en las explotaciones, con los consiguientes beneficios económicos y ambientales.