PREMIOS MUJER 2024

La hostelería de toda la provincia protesta unida en León

Aseguran que las empresas necesitan las ayudas "ya y no en el próximo año”, momento en el que “es muy posible que muchas de las empresas hayan cerrado"
Protestas de los hosteleros de la provincia de León ante la sede de la Junta. / EBD

“Una reapertura con aforo ridículo”, así calificaron algunos hosteleros del Bierzo lo que preveían que serían las condiciones de para reabrir sus negocios preparadas por la Junta de Casilla y León para sus negocios. Este jueves, una vez conocidas tras el anuncio de Fernández Mañueco de que este viernes se podrá recuperar, en parte, la actividad, había convocada en la capital de la provincia una manifestación en la que los sectores de la restauración, bares, restaurantes y cafeterías, han mostrado su unidad y su contrariedad ante lo que, entienden, será perjudicial para sus establecimientos.

Miles de hosteleros leoneses y empresas asociadas al sector, como distribuidores, comerciantes o agencias de viajes, salieron a las calles de León para criticar “el caramelo envenenado” que supone la apertura permitida por la Junta para el día de mañana, algo que “aún no está publicado” y ante lo que el presidente de la Asociación de Hostelería de León, Martín Méndez, consideró que “abrir con las restricciones impuestas y con el cierre perimetral de la provincia en muchos casos supone abrir con pérdidas”, lo que hace que “sea inviable para muchas empresas”.

Una manifestación con la que el sector pidió a la Junta de Castilla y León y al Gobierno central que “rectifique y tome medidas en consecuencia de la situación actual”, al tiempo que reclamó una vez más “un plan de rescate serio y urgente” porque “las empresas están en un momento crítico en el que necesitan que las ayudas lleguen ya”.

“Nadie habla con nosotros, llevamos ocho meses de pandemia y todavía están pensando en las ayudas que nos van a proponer, es totalmente injusto, nuestros dirigentes deberían haberse las pilas para que esas ayudas lleguen en tiempo y forma”, apuntó Martín Méndez, quien se refirió a las ayudas complementarias a las de las Comunidades Autónomas que ayer aseguró la ministra Reyes Maroto que está preparando el Gobierno. En este sentido, el hostelero recordó que “Castilla y León presentó hace un mes y medio un plan de ayudas que hablaba de muchos millones de euros y que ni siquiera están convocadas”, sino que “se están resolviendo aún las primeras que propusieron en el mes de abril”.

Por esta razón, el presidente de Hostelería de León exigió “urgencia” porque “las empresas necesitan las ayudas ya y no en el próximo año”, momento en el que “es muy posible que muchas de las empresas hayan cerrado ya”.

Hasta que lleguen estas ayudas, el sector hostelero de la provincia de León podrá abrir sus puertas a partir de mañana, eso sí, sin barras, con una reducción del aforo interior al 30 por ciento y con la vigencia del estado de alarma. Ante esta apertura, Méndez expuso que “casi la totalidad de los establecimientos tienen ganas de abrir”, pero reconoció que “con las restricciones habrá muchos bares para los que les será imposible abrir porque no se han propuesto medidas que favorezcan a la totalidad de la hostelería”.

El presidente de los hosteleros leoneses puso la vista en las próximas navidades y se mostró “pendiente de que se confirmen las medidas avanzadas ayer y las restricciones que se impondrán” en una época “muy buena para la hostelería si se puede aprovechar”, mientras que en el caso de mantenerse un toque de queda como el existente en Castilla y León a las 22 horas “el trabajo para las empresas va a ser totalmente precario y muchas abrirán en pérdidas”.

La manifestación partió a las 10 horas de este jueves de la plaza la Inmaculada de la capital leonesa, frente a la sede de la subdelegación del Gobierno y continúo por Gran Vía de San Marcos, el Parador de San Marcos inaugurado en el día de ayer y la avenida peregrinos hasta llegar a la explanada de la Junta de Castilla y León. Un recorrido en el que los manifestantes a pie estuvieron acompañados por una caravana de vehículos comerciales que partió a las 9 horas de la plaza de toros y recorrió el centro de León hasta unirse con ellos.