La Junta de Castilla y León ha invertido más de 10 millones de euros en la adquisición de un nuevo helicóptero de rescate de la Agencia de Protección Civil y Emergencia, aparato que mejora la calidad de respuesta y permite operaciones de mayor envergadura, al duplicar la capacidad de pasajeros.
El consejero de Medio de Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presentó esta mañana en la base de Alcazarén (Valladolid), el nuevo helicóptero (H-145), el modelo más puntero fabricado por el consorcio Airbus y que, por primera vez en España, se destina al rescate y salvamento.
Desde el año 2006, cuando se puso en marcha el Grupo de Rescate del 1-1-2, han sido 1.345 las operaciones realizadas, en las que se han auxiliado a 1.250 personas y se han realizado más de 4.000 horas de vuelo. Solo en lo que va de año se contabilizan 107 operaciones, cifra que contrasta con las cinco realizadas en el año de su inauguración.
Suárez-Quiñones destacó que se trata de una “relevante mejora para la seguridad” en Castilla y León, dado que el atractivo de los singulares espacios naturales de la Comunidad provocan que cada año sean más las personas que visitan los mismos para practicar montañismo o el senderismo, actividades, lo que incrementa la posibilidad de que se produzcan accidentes.
En este sentido, indicó que, a diferencia del que prestaba servicio hasta ahora, el aparato cuenta con dos turbinas, algo que dota al helicóptero de una mayor seguridad ante cualquier fallo de motor. Además, cuenta con una mayor capacidad de carga y duplica el número de plazas, hasta las diez, algo que permite que en ciertas operaciones se incorpore personal suplementario. En situaciones normales el equipo de rescate siempre está integrado por un piloto, dos rescatadores, de los que uno es sanitario, y un operador de grúa.
Otra mejora del nuevo helicóptero es que tiene capacidad para dos camillas, que este caso se sitúan en el interior de la cabina, algo que permite una atención sanitaria durante el transporte. Al mismo tiempo, el aparato está dotado de una grúa con un alcance de 94 metros y capaz de elevar hasta 250 kilos.
En este sentido, Suárez-Quiñones destacó que con este nuevo aparato “la eficacia y la eficiencia de la operación es mucho mejor”, a la vez que puso en valor su capacidad de actuación, “ya que no todos los equipos de rescate de otras comunidades están dotados con grúa y con personal sanitario”.
El consejero también explicó que desde su puesta en marcha, el helicóptero de rescate siempre ha estado dotado con grúa, un elemento esencial para actuar en zonas rocosas y que permite realizar un mayor número de auxilios, y que en 2017 se incorporó al equipo personal de enfermería, algo que supone que la persona rescata cuenta con asistencia médica desde el primer minuto.
Coordinación
A su vez, recalcó la total coordinación con la Guardia Civil y con los grupos de montaña del Instituto Armado -Greim y Ereim- e indicó que la elección de un equipo de rescate u otro está en función de la rapidez y de las características de la operación, y en base a un protocolo de actuación que fue rubricado en 2021. Esta misma coordinación se mantiene con las comunidades autónomas limítrofes.Por otra parte, Suárez-Quiñones reconoció que aunque la normativa permite cobrar el coste de la operación al ciudadano en el caso de que hubiera un comportamiento imprudente, la Junta no la utilizado nunca.
El acto de presentación del helicóptero contó con la presencia de los delegados territoriales de Valladolid y Ávila, del alcalde de Matapozuelos y los equipos de pilotos, mecánicos y rescatadores que prestan este servicio.