La nieve caída durante los últimos días en diversos puntos de Castilla y León mantiene cortadas al tráfico seis carreteras situadas en las zonas montañosas de las provincias de Burgos, León y Salamanca, así como en la comarca zamorana de Sanabria, donde la ZA-103 se mantiene en nivel negro, de corte total al tráfico, durante siete kilómetros a la altura de la localidad de Galende.
Las otras vías de Castilla y León que mantienen el corte total al tráfico son la BU-572 en el Portillo de Lunada, la LE-126 en Encinedo y la LE-233 en Boca de Huérgano, ambas en la provincia de León, y la DSA-180 y la DS-191 en las localidades salmantinas de La Hoya y Candelario, ambas situadas en la Sierra de Béjar.
Además, se mantienen otras cuatro vías de la Comunidad en nivel rojo, que prohíbe la circulación de camiones y articulados y obliga al uso de cadenas o neumáticos de invierno al resto de vehículos. Se trata de la AV-932 en Santiago del Collado, en la provincia de Ávila; la LE-142, en Santa Colomba de Somoza, y la LE-333 y de la LE-460, en las localidades leonesas de Puebla de Lillo e Igüeña, respectivamente.
Doce carreteras más de la provincia de León se encuentran en nivel amarillo, que prohíbe el paso a camiones y vehículos articulados: la CL-626 en Villablino, la CL-635 en Maraña, la LE-215 en Boca de Huérgano, la LE-234 en Prioro, la LE-315 en Cármenes, la LE-321 en Valdelugueros, la LE-331 en Puebla de Lillo, la LE-473 en La Pola de Gordón, la LE-481 en San Emiliano, la LE-497 en Villablino, la LE-711 en Fabero y la LE-723 en Balboa.