Las aguas mágicas del Bierzo

El culto a las aguas y a los seres que según la mitología las habitaban estuvo muy extendido en el Bierzo desde la antigüedad. En este reportaje seguimos su rastro
Fuente de la Encina, en Canedo. Según la leyenda, a sus pies se enterraron tres cubas llenas de oro, plata y veneno. / QUINITO

Desde la más remota antigüedad el agua ha sido venerada por los seres humanos, no en vano la vida se originó en el medio acuático. El culto a las aguas y a los seres que las habitan, reales o ficticios, estuvo muy extendido en el Bierzo desde época prerromana hasta la llegada del cristianismo. Existen numerosas leyendas que se refieren a xanas, ondinas, mouras…También está documentado el culto a las diosas Deganta y Navia y a las ninfas Camenas, seres mitológicos relacionados con el agua.

A pesar de la progresiva desaparición de las creencias paganas, todavía se conservan en la comarca algunas ceremonias, “como el baño de personas y ganado en la noche de San Juan para purificarse, pues se supone que ese día el agua está bendita”, destaca José A. Balboa de Paz, en su estudio sobre la mitología berciana publicado en www.saber.es.

Balboa también apunta a que en Dragonte, el día siguiente de San Juan, la gente se lava la cara con el agua donde antes de salir el sol se puso una rosa, para tener suerte todo el año. “Es la llamada en algunos sitios ‘flor del agua’, que proporciona hermosura, concede felicidad y un buen marido, además de contener propiedades curativas. En esa misma noche al rocío se le considera bendito, pues adquiere virtudes curativas, de ahí que algunas gentes se revuelquen en él, para curar ezcemas u otras enfermedades de la piel. Así, en Burbia los jóvenes dormían al sereno y en Anllares se tomaba el rocío para preservarse del asma. En el Bierzo y la Cabrera para preservar las prendas de la polilla, se sacaban las mantas y cobertores al rocío en la mañana de San Juan (García, 1984)”, continúa.

La pintura del Simbolismo y el Romanticismo retomó, entre otras, la figura mitológica de la Xana. (John William Waterhouse, 1909).

 

Fuentes con Xana, moro o príncipe 

Junto a estas tradiciones, en el Bierzo se conservan muchas de las fuentes en su día consideradas mágicas por sus habitantes. En Cacabelos se ubicaba la ciudad romana Bergidum Flavium, que dio nombre a la comarca y en la que se encontraba el centro administrativo de la explotación de las Médulas. En este municipio han sido localizados varios yacimientos romanos: La Edrada, los Cucos, los Carneros, la Fuente de San Esteban y la Cuesta de San Bartolo, así como prerromanos, con el Castro  Ventosa como principal exponente. “Quizá sea por ello que se mantiene la creencia popular en los pueblos de las inmediaciones de que las fuentes de agua que hay a lo largo del municipio son de época romana, y que manan por haber sido canalizadas desde las minas de oro de la Leitosa”, explica Inés Díaz Álvarez en la revista anual Bierzo, en su número de 2016.

Fuente de Salvados. / QUINITO

 

La fuente de Salvados, el Leiro, Los Campos, Valín (Quirós), Fontusal, Fuente de San Esteban y la Fuente de la Salud -con propiedades salutíferas- en Cacabelos son algunos de estos surtidores, aunque desde el Ayuntamiento hoy se advierte que sus aguas no están tratadas por lo que no tienen garantías sanitarias. Algunos tienen  Xana, Dana, Moro o incluso Príncipe encantado, como la Fuente de San Esteban. “Todas tienen en común estar situadas donde rompe la terraza fluvial y también estar al pie de restos de poblamiento de la edad antigua, con lo cual fueron utilizadas desde tiempo inmemorial, y por tanto mitificadas”, apunta la investigadora.

Fuente de la Encina, en Canedo. / QUINITO

 

Además, la fuente de la Encina de Canedo -prosigue Díaz-  comparte con otras muchas de la comarca e incluso de la provincia el mito del enterramiento a sus pies de tres cubas llenas de oro, plata y veneno. “Junto al castro Vizcaíno se ubica el lugar conocido como el Pozo de los Moros y en el castro Picón un manantial en su corona”, apostilla.

Apariciones sobrenaturales

En otros casos, las fuentes se  relacionan con apariciones. “A la de Albares, la Fuente del Cubillo, nadie se atrevía a ir de noche, pues existía, el rumor de apariciones sobrenaturales. Se cuenta de un mozo del pueblo que, por una apuesta, fue de noche a la fuente, encontrándose con la Santa Compañía; se salvo porque uno de los difuntos era su padrino (Rúa y Rubio,1986)”, explica José A. Balboa de Paz.

Además, según Balboa, en el Bierzo son muy numerosas las iglesias y ermitas, al pie de una fuente; por ejemplo, la fuente que mana al pie de la ermita de las Chanas (Noceda), “de la que dicen los viejos que tiene la virtud de dar novia a los que deseen casarse, siempre que sin alentar beban siete sorbos del preciado líquido.”

Además están las fuentes con propiedades curativas como la fuente de la Salud de Noceda ,la fuente de la Ferruna (Igueña) y la fuente del Azufre (en Ponferrada, donde hubo un balneario, y en Noceda). “A las aguas que nacen cerca de la ermita de Nª Sª de la O de Paradasolana acudían antiguamente mucha gente a tomar las aguas”, pone de relieve este investigador.

Río Ancares. / David Pérez

Ríos milagrosos

“La creencia en las propiedades profilácticas de los ríos la confirma el que hasta no hace mucho tiempo, las madres de Paradiña llevaban a sus hijos enfermos hasta el puente de Sin Martín de Moreda sobre el río Ancares, de noche, sin que nadie los viera. Se atravesaba tres veces tirando cada vez una piedra blanca y rogando por su salud. (García,1984)”, apostilla.

También las aguas de los lagos guardan leyendas, como la de la ondina Caricea, en Carucedo, o el de la mítica ciudad de Lucerna también en ese lago.

Fuente de la Salud, en Cacabelos, objeto de actos vandálicos. / QUINITO
Fuente de Velín, en la a actualidad abandonada / QUINITO

 

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