Las investigaciones sobre Las Médulas de un arqueólogo español lo convierten en Premio de Patrimonio Arqueológico Europeo 2018

Javier Sánchez-Palencia contribuyó de manera decisiva a la inscripción de Las Médulas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1997
Los dos ganadores del 20º Premio del Patrimonio Arqueológico Europeo, en una imagen de la Asociación Europea de Arqueólogos. / EBD

El 20º Premio del Patrimonio Arqueológico Europeo ha sido otorgado al investigador Ivan Pavlů, natural de Praga,  en reconocimiento a sus contribuciones al estudio de los asentamientos neolíticos, con logros particularmente importantes en términos de metodología científica y gestión del patrimonio, y al español Francisco Javier Sánchez-Palencia Ramos en reconocimiento a su experiencia internacional en el estudio de las actividades mineras y los paisajes industriales romanos, como se evidenció en el patrimonio mundial de Las Médulas.

El impacto del Imperio Romano en los sistemas sociales locales y regionales en el pasado se ha visto reflejado en el trabajo pionero de Javier Sánchez-Palencia, quien lleva buena parte de su carrera preocupado por el desarrollo de políticas de patrimonio cultural en relación con el paisaje contemporáneo, y más específicamente con la protección y el uso del patrimonio arqueológico, en Las Médulas y en otros lugares, como un recurso para el desarrollo de áreas rurales y para fortalecer el tejido social y económico de las comunidades locales.

En su búsqueda de metales preciosos, los romanos llevaron a cabo inversiones masivas en todas las regiones portadoras de mineral de la Península Ibérica, tal y como Javier Sánchez-Palencia y su equipo pudieron demostrar en Las Médulas. Los ingenieros romanos de la época de Augusto desplegaron la técnica llamada “ruina montium” (por Plinio el Viejo), dirigiendo grandes cantidades de agua hacia la ladera de la montaña, causando grandes movimientos de tierra que luego expusieron y clasificaron los depósitos de mineral que contenían.

Javier Sánchez-Palencia y su equipo se basaron en una gama de fuentes arqueológicas, levantamientos topográficos y análisis geo-arqueológicos para reconstruir precisamente estas prácticas y mostrar su escala espectacular: más de 300 kilómetros de acueductos que llevan agua para explotar una docena de hectáreas y producir más de 1.500 toneladas de oro durante los tres siglos de su uso. Huellas de todas estas actividades siguen siendo muy visibles hoy, y es al considerar todo este emprendimiento como un paisaje cultural, que afecta a las características físicas de la región pero también el tejido social del campo, que Javier Sánchez-Palencia con su patrimonio científico y patrimonial contribuyó de manera decisiva a la inscripción del sitio de Las Médulas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1997 y ahora él sea galardonado con el Premio de Patrimonio Arqueológico Europeo 2018 de la Asociación Europea de Arqueólogos.