Los bomberos de Ponferrada sofocaron este martes el primer incendio de la temporada en el monte Pajariel, pasto de las llamas, inevitablemente hasta ahora, cada verano, con mayor o menor extensión, y en muchas ocasiones de manera intencionada. Esta vez se ha tratado más de un conato de incendio más que de un fuego propiamente dicho, pues apenas quedaron arrasados 400 metros cuadrados en la ladera del monte, junto a la carretera. Lo más preocupante es que, otra vez, todo parece apuntar a la mano del hombre.
El pasado año ardieron más de 5.000 metros cuadrados en este monte de Ponferrada, lugar de recreo para muchos ciudadanos.