Los pequeños desprendimientos de las cornisas de la torre del Reloj, que obligaron a cortar la calle durante varios días, coincidiendo con los últimos días de fuertes lluvias, están siendo estudiados por los técnicos municipales.
Al parecer, los desprendimientos se deben a la holgura que provoca en las juntas el crecimiento de musgos y otras pequeñas plantas, a pesar de que la torre se limpió en verano. Hasta que mejore el tiempo y se tome una decisión sobre el deteioro de las cornisas, el paso de los viandantes ha quedado protegido con protecciones de madera, a ambos lados de la torre.